Los pescadores rechazan la reducción de capturas del preacuerdo entre Bruselas y Rabat

El inicio ayer de la séptima ronda de las negociaciones pesqueras entre Marruecos y la Unión Europea (UE) ha sembrado cierta inquietud entre los marineros españoles que faenan en, los caladeros marroquíes. Ellos y los armadores consideran inasumibles los recortes de la flota y de las capturas, que se barajan y que se sitúan en tomo al 30%, según las especies. En Almenía, incluso, se habla de nuevas movilizaciones. Mientras, el Congreso aprobó ayer condonar los pagos a la Seguridad Social de las empresas auxiliares afectadas por el amarre de los barcos durante seis meses.

Juan Pedro Moreno, representante de las Plataformas Pesqueras Andaluzas, y portavoz de la mesa de Barbate, manifestó ayer antes de salir hacia Bruselas que, de momento, la reducción de flota y capturas, de la que se habla no es aceptable, aunque matizó que "habrá que ver de qué forma se realiza y qué salidas se les da a los trabajadores y a las embarcaciones". "Esperemos que las diferencias se ajusten más a lo que pedimos para poder. llegar a un buen acuerdo", dijoMás duro se mostró el presidente de la Asociación de Armadores de Almería, Antonio Quero, que ha anunciado medidas de presión si las cifras que se barajan son las definitivas, ya que supondrían, a su juicio, que 12.000 personas perdieran su empleo.

En Vigo, un centenar de marineros de La Guardia que faenan en aguas de Marruecos colocaron los aparejos en la fuente de la plaza de España en señal de protesta por la marcha de la negociación.

Mientras, la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Congreso aprobó ayer una proposición no de ley del Grupo Popular en la que se insta al Gobierno a que conceda ayudas a las empresas auxiliares, Concretamente, las afectadas por el amarre, que sólo en Andalucía han perdido en seis meses cerca de 8.000 millones, verán condonados los pagos a la Seguridad Social. Además habrá créditos blandos para pagar a proveedores y trabajadores.

A las ocho de la tarde de ayer empezó en Bruselas la séptima ronda oficial de negociaciones para el acuerdo pesquero, tras varias semanas de diplomacia secreta. "Estamos en la fase final", aunque ésta puede durar varios días, manifestó el jefe de la delegación comunitaria, John Spencer. La cuestión más espinosa era la de los desembarques obligatorios de calamares y pulpo en puerto marroquí.

El compromiso político alcanzado la semana pasada por la comisaria Emma Bonino y el ministro de Pesca marroquí, Mustafá Sahel, establece un desembarque del 301/o de la flota cefalopodera en el cuarto año de duración del acuerdo, con una progresión de cero barcos el primer año; 12, el segundo; 15, el tercero y 25 el cuarto. España presiona por una cantidad menor. Además de la cuestión de la cifra, se trata de perfilar sus "garantías y condiciones", indicó Spencer.

En cuanto a la reducción de capturas, la disminución teórica del 34% en arrastre supone en la práctica u n 28% menos que lo realmente pescado en el acuerdo anterior, según fuentes de la Administración. La disminución en palangre es del 20% y las otras pesquerías (cerco norte, sur, artesanales y merluza negra) aumentarán sus posibilidades de pesca en un 25%, indican las mismas fuentes.

El presidente de Mozambique, Joaquín Chissano, ofreció ayer en el aeropuerto de Barajas, donde realizó una escala de camino a Bogotá, la posibilidad de realizar un estudio de amplia ción del acuerdo de pesca de su país con la UE y España. El secretario general del Frente Poli sario, Mohammed Abdelaziz, ha enviado una carta a la Comisión Europea advirtiendo que denunciará ante los tribunales cualquier acuerdo pesquero con Marruecos que no tenga explícita mente en cuenta las fronteras in ternacionales del Sáhara Occidental.