"El "boom" fue casualidad", afirma el escritor chileno José Donoso
El autor recibe en Madrid la Gran Cruz del Mérito Civil
"El boom fue una casualidad, nada concertado", dijo anoche José Donoso, en la Casa de América, en el acto central de los que protagoniza estos días en España, con motivo de la presentación de su libro Donde van a morir los elefantes (Alfaguara). Por la mañana, en el día de su 71 cumpleaños, Donoso había recibido la Gran Cruz del Mérito Civil, otorgada por decreto ley, en un acto en el que la escasa habilidad de la ministra de Cultura, Carmen Alborch, dio pié a alguna escena graciosa que el escritor soportó "con estoicismo", según evocó con humor Eduardo Garrigues, director general de la Casa de América.
En el acto de anoche, Rosa Regás, directora del Ateneo Americano, leyó un mensaje del escritor portugués José Saramago, en el que éste se adhería a cualquier homenaje que se le estuviera ofreciendo. "Los libros de José Donoso", decía Saramago en su mensaje, "son una mirada sin complacencia, despiadada, que en ningún momento se deja distraer por las seducciones delicuescentes con que acostumbran a adornarse las decadencias, siempre fácilmente romantizables ( ... ) Creo que es exacto decir que en José Donoso coexisten, por fortuna no pacíficamente, el realismo de una razón que se mueve rectamente en dirección a la fría objetividad y el romanticismo convulsivo de un sentimiento desesperado de la realidad. El resultado vino a ser la obra trascendente y vertiginosa a que estáis rindiendo homenaje.En un diálogo protagonizado por Rosa Regás y Donoso -tras una exposición introductoria del escritor Marcos Ricardo Barnatán-, Donoso afirmó: "Por mis venas corre más tinta que sangre". En su familia, según explicó, conviven una tendencia más bien clásica, ejemplificada por su padre, un médico al que no le gustaban los enfermos y sí los caballos de carreras y el golf, y una tendencia más bien vanguardista, la de la familia de su madre, fortuna nueva, un poco cursi, y bastante inteligente.
Un 'preboom'
A los 20 años, Donoso "se arrancó" de su casa, como se hacía entonces, y trabajó de peón en Magallanes, y de peón en Buenos Aires, hasta que enfermó. Su familia le convenció para regresar a su casa y estudiar y ahí se inició su carrera tanto literaria como de lector profesional y experto en la literatura anglosajona, particularmente del siglo XIX.Respecto al carácter fortuito y casual del boom, Donoso señaló que en él convivieron novelistas muy distintos con obras contradictorias, escritas en ocasiones unas contra otras. Adjudicó cuatro plazas indiscutibles, cuales fueron las de Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa; habló de un preboom, en el que estarían, por supuesto, Borges, Onetti, Octavio Paz, entre otros, y mencionó algo que le define como toda una conferencia: y es que la quinta silla * de los indiscutibles oscilaba entonces entre Ernesto Sábato y él mismo.
Al homenaje al escritor José Donoso acudió Ivonne Barral, viuda de Carlos Barral, mencionados ambos en varias ocasiones como grandes patrocinadores del boom a lo largo del acto.
Babelia
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