Luz de jazz

Juan Perro y su banda se presentaron de nuevo en Madrid, esta vez en el amplio escenario de la Sala Aqualung para interpretar los temas de Raíces al viento, resumen del último proyecto musical de Santiago Auserón. La senda tomada por este excepcional músico ha aceptado el riesgo de su propuesta: fusión de ritmos latinos que conviven en perfecta armonía con la esencia de un pop castizo que ya hizo mella con su primera banda, Radio Futura.Sobre un escenario decorado tan sólo por un equipo de luces sobrio que jugó con tonos suaves, la banda se presentó ante un numeroso público que, desde la primera canción, quedó absolutamente prendado con el atractivo de la formación Juan Perro, vestido de negro y con camisa de vivos colores, se entregó con el equilibrio de un gran artista repasando las canciones a través de la textura metálica de su voz

perfectamente amoldada a la fogosidad de los músicos que le acompañaban.

Bordeando estilos

Mientras iban pasando los temas, entre los que no faltaron versiones traducidas al castellano, el aura del jazz hizo acto de presencia descubriéndose como un ritmo más para bailar entre el absoluto eclecticismo de los músicos, que bordeaban estilos muy diferentes.El guitarrista galés John Parsons, exquisito y pulcro; el contrabajo de Javier Colina, redondo; la batería del madrileño Ángel Crespo, austera y precisa, perfectamente acompañada por las percusiones latinas de Moisés Porro y con la guinda de la guitarra de Pancho Amat, un maestro de las cuerdas.

Con un finísimo olfato, Juan Perro dio un gran concierto sin necesidad de recurrir a la espectacularidad y cantó estupendamente en un recital muy trabajado que obtuvo sus frutos con la respuesta incondicional del público.