Victorio y Lucchino inundan de calor latino a Pasarela Cibeles

La temperatura subió varios grados. Los sevillanos Victorio y Lucchino inundaron ayer de calor latino la Pasarela Cibeles de Madrid en una jornada en la que el protagonismo se lo llevó una cálida y exuberante Elle MacPherson. Un cuerpo muy femenino, marcando bien las formas, fue la propuesta de los diseñadores sevillanos, que han dado a su colección primavera-verano 96 su toque más clásico y tranquilo, y también más sensual.

Ay qué calor, qué calor tengo. El título de la colección de los sevillanos Victorio y Lucchino, hizo honor al ambiente caldeado en el que fue presentada ayer por la noche en Madrid. No faltó un ligero pique entre las modelos españolas y la australiana Elle MacPherson, al que contribuyó sobremanera el público. La primera salida de Elle MacPherson en un ajustado y sensual vestido rojo no defraudó las expectativas de los presentes, que la recibieron con aplausos, los mismos pero quizá más cálidos cuando inmediatamente después apareció la extremeña Elena Barquilla.Pero Elle MacPherson sabe que el encanto no tiene fronteras y por ello lo utiliza de manera sabia. El público se rinde a sus pies en cuanto saca a relucir una cálida sonrisa que, como buena profesional, hasta parece sincera. Se lo permite todo y juguetea con el público y los fotógrafos como a su antojo.

Fue muy aplaudida la acción de quitarse unas sandalias de fino tacón y arrojarlas por los aires.

La sensualidad de MacPherson, Barquilla y otras impregnó la colección de Victorio y Lucchino. "Siempre fieles a nuestro estilo, creemos que es una colección más tranquila, un poco más clásica", explicaba ayer Lucchino poco antes del desfile. Presentaron una apuesta por un cuerpo muy femenino, en el que marcan bien la cintura, pecho y caderas, y en el que los godets le dan un toque muy latino y sensual. Con ausencia de minifalda y pantalones, la tendencia fueron los largos hasta la rodilla o los totales, con cortes muy simétricos.

Estampados

Como siempre, colores muy vivos, sin olvidar los estampados -"seguimos creyendo en ellos"- y una línea basada en los lunares. Por primera vez, Victorio y Lucchino han introducido en su colección una línea de trajes de chaqueta sastre, de corte muy marcado y con toques propios de su estilo y otra línea en la que el botón es el protagonista de los vestidos. Los estampados, inspirados en frescos de los años veinte, combinan crepes y tules, lo que da a los vestidos una sensación de relieve. Las transparencias de las gasas y guipures se combinaron en su línea más española, la marcada por los lunares en la que fue necesario que las modelos se cubrieran con lo que los diseñadores han llamado baño púdico. Una música muy española con reminiscencias latinas acompañó al desfile más esperado del día.

El sabor latino aderezado en Sevilla contrastó con la sencillez, rayando en lo plano, de la colección del diseñador Modesto Lomba, de la firma Devota y Lomba, que por primera vez hizo una apuesta decidida por el color. "Nuestra base es la mujer de siempre, la que aprecia la calidad y no quiere moda sino diseño. Nosotros hacemos diseño, la moda es la que hacen los que vienen a ver todas estas colecciones. Siempre hemos apostado por el traje de por vida, ése es el verdadero diseño, cuando el vestido supera a la vida del propio creador", explicaba ayer Lomba, que no abandona nunca el plural para referirse a su trabajo. Abriendo y cerrando con el blanco, Devota y Lomba presentó toda una variedad de vestidos y prendas combinadas con todos los largos posibles en tejidos muy ligeros y de poco peso.

La jornada se completó con el punto de Joaquim Verdú, en una colección donde primaron las rayas y el estilo retro, en una línea en la que ha intentado el reencuentro entre el pasado y el futuro. Veva Medem y su feminidad contrastada con prendas muy masculinas, y la colección de jungla urbana en leopardos y cebras de Ángela Arregui fueron otras de las propuestas de la Pasarela Cibeles, que finaliza hoy.