Traspasadas 111 parroquias de Lleida a Barbastro-Monzón
El presidente de la comunidad autónoma de Aragón, Santiago Lanzuela, indicó ayer que "tras el primer paso que supone la constitución de la nueva diócesis, ahora procede la reclamación del patrimonio", correspondiente a 111 parroquias que ayer fueron transferidas desde Lleida a la nueva diócesis de Barbastro-Monzón.
Lanzuela asistió a la cabeza de las autoridades civiles a la ceremonia. A las 18.40 horas las campanas de la nueva catedral de Santa María del Romeral anunciaron a todos el traspaso.
El nuncio del Vaticano en España, Mario Tagliafierri, presidió la celebración religiosa en la que participaron, además, el presidente de la Conferencia Episcopal, Elías Yanes; los obispos de Aragón; el de Lleida, Ramón Malla, y decenas de sacerdotes de la nueva diócesis.
La primera intervención, corrió a cargo del obispo de Lleida, Ramón Malla, hasta ahora máximo pastor de los dos arciprestazgos que en territorio de Huesca dependían de su diócesis. Otros dos se incorporarán a la naciente de Barbastro-Monzón en junio de 1998. El obispo ilerdense dijo sentirse dolido "por el hecho de la separación", aunque ge negó a dar a sus palabras "un sentido de despedida,".
Sin fronteras
Malla aludió a que la iglesia no tiene fronteras y sólo está regida "por el vicario de Cristo, en estos momento s su santidad Juan Pablo II'. Su intervención fue acogida con un gran aplauso por parte de todos los presentes.En su turno, el embajador del Vaticano (que hoy será homenajeado en su despedida, por el cuerpo diplomático español del que es decano) realizó una intervención eminentemente pastoral. Tagliaferri aludió a las parábolas del hijo pródigo y del buen pastor que va a la búsqueda de las ovejas descarriadas. En un pasaje de su homilía indicó que las diócesis, según la doctrina de la Iglesia católica, no son "una mera división territorial, sino una representación de la iglesia universal". También exhortó a quienes le escuchaban a amar a la iglesia "por encima de las divisiones administrativas".
Mano Tagliafierri se negó en todo momento a responder a las preguntas de los periodistas y escoltado por varios obispos, tanto a la llegada como a su precipitada salida de la catedral, eludió pronuciarse sobre el polémico nombramiento del nuevo obispo para la diócesis de Bilbao y las críticas habidas desde los nacionalismos. Se limitó a dar la bendición a los periodistas que le interrogaban.
El acto fue cerrado por el obispo titular de la nueva diócesis, Ambrosio Echevarria, que agradeció al hasta ahora máximo responsable eclesial en la zona, el obispo de Lleida, su trabajo de todos estos años. En sus palabras se dirigió a todos los fieles, pero especialmente a los casi 70.000 habitantes de las 111 parroquias que se han incorporado desde ayer a la diócesis de Barbastro-Monzón.
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