'La maña', cambia el vodevil por el método Stanislavski
Lita Claver debuta con una tragedia en el Festival de Teatro de La Habana
Lleva 42 años recorriendo escenarios. Para unos, sórdidos y obscenos. Para otros, mágicos y lúdicos. Lita Claver, La maña empezó a los ocho años en la compañía que dirigían los padres de Fernando Esteso. La maña cambia de tercio para protagonizar La tuerta suerte de Perico Galápago, una tragedia, con toques de humor corrosivo, de Jorge Márquez, bajo las órdenes del director Juan Margallo. Estrenarán el próximo día 25 en el Festival de Teatro de La Habana.
La maña ha pasado por escenarios míticos y vodevilescos como el Oasis y el Plata de Zaragoza o El Molino y el Arnau del Paralelo barcelonés. Se ha metido en el bolsillo, a punta de descaradas burradas, desde el público más popular al más intelectual.Margallo y el actor José Pedro Carrión, hombres adscritos al método Stanislavski, buscaban una actriz especial. No daban con el nombre, y el hijo de Margallo lanzó el de La maña, a la que sólo conocía de una entrevista televisiva. Cuando Lita les recibió en Barcelona no sabía quiénes eran: "Para presentarse, Margallo me contó lo de aquella bomba que le pusieron en Barcelona. Me dije '¡coñe!, esto sí me suena", dice la vedette.
Luego leyó el texto, mandó todos sus proyectos a paseo y a su representante le dijo que ya no podía programar su vodevilesco espectáculo d e revista durante una temporada. "Necesitaba un cambio, ya había comentado que quería hacer teatro-teatro; esto me parece maravilloso, aunque muy fuerte", reconoce la actriz.
El director y la actriz se lanzan iterminables piropos. La actriz se empeña en insistir en que la ayuda recibida de Margallo y Carrión ha, sido fundamental. Y ellos no paran de contar que es un monstruo escénico. "Tuvimos miedo de que nos pidiera un dinero que no teníamos", cuenta Margallo, "su caché es alto y nosotros íbamos en régimen de cooperativa. Ella no lo dudó y nos respodió 'pues yo también'. Sabemos que esto le cuesta dinero, pero su actitud es cojonuda".
Ella, por su parte, no se corta a la hora de mostrar su entusiasmo: "Estoy como una niña en pañales, y me alegra comprobar que voy asimilando lo que me enseñan", afirma, al tiempo que no le importa contar que le costó mucho lo de las primeras lecturas. "Yo soy gitana, no fui al colegio de pequeña, empecé a trabajar a los ocho años. Cuando memorizo un texto le pongo las pausas, las intenciones, los interrogantes, pero si me lo dan por primera vez no sé leerlo. Carrión me ha marcado con rotuladores de colores mis pausas, me ha dicho qué significan las comas, se ha quedado noches enteras trabajando conmigo; eso no se me va olvidar jamás", cuenta esta profesional que escribe sus propios espectáculos y habla orgullosa de su hija abogada.
Ella tampoco sabe qué es el método Stanislavski. "Les pregunté qué era, pero se liaron a hablar de muchas cosas y nunca han terminado de decirme qué es; yo tengo mi propio método, soy intuitiva, sé cómo hay que mirar. Lo que sí me va a costar es aguantarme n.o improvisar, soy una mujer que nunca hace una función igual, mis textos tienen un 90% de morcillas, además de tacos y palabrotas muy bien puestos para que no ofendan a nadie, pero ya le he cogido el tranquillo a la función y estoy más tranquila", afirma la actriz, aunque Margallo, por su parte, señala que le ha pedido que se quite el corsé y se suelte todo lo que necesite.
"Un texto de tragicoña"
"El autor me dijo que esto era un texto de tragicoña; aquello me hizo pensar. Además, las órdenes que recibo están llenas de respeto y ternura, porque la vara de mando de Margallo es muy bonita y voy sacando las partes de La maña que tiene en común con el personaje", dice Lita.Tras el estreno en Cuba habrá una gira por diferentes ciudades españolas (Alcorcón, Castilla y León, Badajoz), para terminar aterrizando en el teatro Olimpia de Madrid, en el Centro Dramático Nacional, donde por primera vez actuará una vedette.
Babelia
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