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CONFERENCIA MUNDIAL DE LA MUJER

El Vaticano elude objetar la lista de métodos anticonceptivos en el documento de Pekín

La Santa Sede acuña el término "planificación ecológica" en la conferencia de China

Gabriela Cañas

El Vaticano elude objetar la lista de métodos anticonceptivos recogidos en el proyecto de documento final de la Conferencia de la Mujer de Pekín, y ayer se limitó a exigir que en ese listado se incluya el término "planificación ecológica", referido a los sistemas naturales, como el método Ogino. "La mujer debe conocer todos los métodos", declaró Joaquín Navarro Valls, portavoz del Vaticano. El giro dado en esta conferencia por la delegación vaticana -mayoritariamente femenina también por vez primera- causó ayer auténtica expectación en la capital china.

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"La planificación familiar es una decisión libre del hombre y la mujer. Sólo ellos deben elegir la frecuencia y el número de hijos que quieren tener, sin presiones externas. El Vaticano respeta todos los métodos anticonceptivos, como recoge el documento". El anuncio oficial lo hacía ayer la delegación vaticana en Pekín, que estuvo representada por Mary Ann Glendon, jefa de la misma, una representante noruega, otra de Namibia y el portavoz permanente del Vaticano, el español Joaquín Navarro Valls."La mujer debe conocer todos los métodos anticonceptivos", dijo Navarro Valls. "También debe saber los riesgos que comporta cada uno", matizó Glendon. "Pero nosotros queremos incluir el que llamamos método ecológico y, lamentablemente, ha quedado entre corchetes (sin aprobar)", explica la representante noruega. El método ecológico es, sencillamente, el método natural, que, como explicaba después Navarro Valls, no consiste sólo en la abstención. "Soy médico y podría relatárselos, pero, en fin, son de sobra conocidos el Ogino y demás, y que hemos comprobado que muchas mujeres, como las africanas, los prefieren porque rechazan los anticonceptivos orales, por ejemplo, por mentalidad cultural".

El nuevo término "ecológico", acuñado por la Santa Sede se debe, según Navarro Valls, a que está más acorde con los tiempos. "Pretendemos añadir este método al documento, no que sea sustituido por otro. Seria muy sectario que lo rechazaran".

El precedente de El Cairo

El Vaticano, que estuvo a punto de hacer fracasar la Conferencia sobre Población y Desarrollo del pasado año, en El Cairo, por culpa de la anticoncepción y el aborto, aceptó entonces a regañadientes las referencias a la planificación familiar. Ahora, en Pekín, la delegación parece haber traído un mensaje y una imagen renovadas. Los argumentos para defender incluso los mismos principios de antes también son distintos. Cuando a Mary Ann Glendon se le pregunta por el sacerdocio femenino, ella contesta con un alegato sobre los derechos humanos y la libertad de conciencia. "En mi país, la libertad religiosa es un principio fundamental. Nosotros elegimos libremente qué religión queremos, y ésta no admite a las mujeres sacerdotes. Respetamos enormemente la organización de la Iglesia anglicana, por ejemplo, que es otra opción. Pero, además, miren: el sacerdocio no implica una postura de poder, sino de servicio, así que tampoco nos vamos a pelear por conseguirlo"."Tampoco se puede decir que el hombre tenga derecho a ser sacerdote por ser hombre y la mujer no", explicó Navarro Valls. "No podemos tratarlo en estos términos. Es una cuestión teológica, no sociológica".

El aborto es "la más grande violación de los derechos humanos que puede haber porque va contra el derecho básico de la vida", según la delegación vaticana. Sin, embargo, la propia Mary Ann Glendon ha destacado aquí las palabras del Papa según las cuales: "La trágica y dolorosa decisión de la mujer de recurrir al aborto, antes que ser una responsabilidad de las mujeres, hay ocasiones en que es un crimen imputable al hombre y la complicidad del ambiente que lo rodea". Esta matización se parece enormemente a lo que promueven aquí los sectores más liberales de incluir en el documento que la mujer no sea penalizada por haber recurrido al aborto. Aunque otra cosa distinta será que quede finalmente aprobado o no.

Por lo demás, el Vaticano ha presentado de nuevo su propuesta de remunerar el trabajo doméstico de las mujeres, lo que a Navarro Valls no le parece una trampa para promover que éstas se queden en casa. "Estamos hablando de remunerar también otras tareas, como la que se hace con los enfermos, por ejemplo. Pero si la comunidad internacional está de acuerdo en la relevancia social del trabajo que hacen las amas de casa, ¿por qué no contabilizarlo en las cuentas del Estado y remunerarlo?".

Otra música

Respecto a la libertad sexual, Navarro Valls se preguntaba que si la comunidad internacional está dispuesta a aceptar todas las tendencias sexuales, entonces tendrá que plantearse aceptar, por ejemplo, la pedofilia.El Vaticano no está eludiendo ninguna cuestión sobre estos asuntos, pero insistió ayer en que son temas menores a los que el documento que se aprobará en Pekín presta demasiada atención. Sólo cuatro veces se menciona a la familia, y es para hablar de la violación en su seno, claman. La feminización de la pobreza, la explotación de la mujer como mano de obra barata o el hecho de que la mujer "ni siquiera tenga conciencia de su dignidad" son, temas por los que el Vaticano dice estar más preocupado. Es verdad que la música suena ahora algo diferente en boca de Mary Ann Glendon.

La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional, mostró ayer su intención de estar "vigilante" frente a cualquier intento de reabrir cuestiones ya aprobadas en anteriores reuniones, especialmente aquellas relacionadas con sexualidad y reproducción. Los portavoces de esta organización expresaron su malestar por que "algunos gobiernos todavía disputen que la mujer tiene derecho a tener derechos humanos", dado que en el documento final que debaten las delegaciones oficiales hay más de 150 paréntesis en la sección que contempla este aspecto.

En la segunda sesión de la conferencia que se celebró ayer se hizo mención especial a la necesidad de promover el desarrollo de la mujer desde la infancia. El mensaje de la representante de Unicef, fue contundente: "solo un compromiso firme de la comunidad internacional en favor de la educación de las niñas permitirá alcanzar los objetivos de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer".

Privar a 80 millones de niñas del mundo de una educación básica "equivale a una violación flagrante de los derechos del niño y a un derroche a gran escala de un potencial individual, social y económico", insistió Carol Bellamy, directora ejecutiva de Unicef. Unos 130 millones de niños en el mundo están sin escolarizar, situación que afecta dos veces más a las niñas.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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