González confía aún en sacar adelante los presupuestos del 96 con la abstención de CiU

Felipe González no se da aún por vencido. Espera sacar adelante los Presupuestos del Estado para 1996 aunque sea gracias a la abstención en el Parlamento de sus antiguos socios de Convergència i Unió (CiU), que cada día se distancian un poco más del Gobierno y piden ya elecciones generales inmediatas. A pesar de ello, el jefe del Ejecutivo no se apea del calendario electoral que ofreció en julio y que prevé las legislativas para marzo. Lo dijo el martes en Sofía y lo repitió ayer en Moscú: "Es complicado, pero reitero que el calendario se ha de mantener".

ENVIADO ESPECIAL

Felipe González repitió ayer que no quería hablar desde Moscú de asuntos internos de España, pero acabó cediendo a la tentación. Se aisló unos momentos con la prensa en una habitación de la residencia del embajador Eugenio Bregolat, durante una recepción a la colonia española afincada en Rusia. Estaba algo más relajado que la víspera, cuando contestó de muy mala gana a las preguntas sobre la situación interna."No esperaba declaraciones de este tipo, pero tampoco me causan una gran sorpresa", afirmó a propósito de las palabras del portavoz parlamentario de Convergència i Unió, Joaquim Molins, descartando negociar los presupuestos con el titular de Economía, Pedro Solbes. Los nacionalistas catalanes, recordó el presidente, "nunca se han comprometido a apoyar los presupuestos''. "No me ha sorprendido que tomen distancias porque los presupuestos van a ser muy rigurosos" y el déficit no debe exceder el 4,4%.

Cara a cara con Pujol

Sin embargo, González dio la impresión de que no cree que la posición expresada por Molins sea la definitiva de CiU. "En los próximos días se sabrá cuál es la actitud de unos y de otros", añadió. Para averiguar cuál es la verdadera actitud de sus antiguos socios mantendrá una "conversación cara a cara" con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, con el que dijo haber ya hablado por teléfono, sin precisar la fecha. ¿Se celebrará la entrevista justo tras su regreso a Madrid, hoy por la noche? "Quién sabe", contestó enigmático. Fuentes parlamentarias consideran que la fecha más probable del encuentro es el sábado.Antes de esa reunión, el presidente del Gobierno no pierde el optimismo, como se refleja en sus sucesivas expresiones: "Creo que los presupuestos se pueden sacar adelante"; "a mí lo que me importa es que salgan"; "no creo que sea imposible"; "incluso en caso de que no haya apoyo [de CiU], eso no significa, necesariamente que se devuelvan los presupuestos"; "una cosa es no apoyar y otra estar en contra".

El jefe del Ejecutivo se refirió a la existencia de "muchos matices" en el camino presupuestario y, dentro de esos matices, dijo, cabe también "la solución de prorrogar" los presupuestos de 1995. Pero se apresuró a añadir: "No es la opción que contemplamos". Por el momento los estamos elaborando, vamos a buen ritmo y acabaremos pronto".

Los nacionalistas catalanes presionan para que González convoque elecciones para este mismo otoño, lo que permitiría a Jordi Pujol celebrar los comicios catalanes en marzo o abril de 1996, lo más tarde posible, temeroso de ser él el primero en enfrentarse a las urnas en una situación política tan delicada como la actual. Si González mantiene su negativa, los nacionalistas contemplan varias opciones para evitar que ambos comicios coincidan o se solapen en el tiempo, aunque ninguna es de su total agrado. "El calendario nos ha atrapado", reconocen dirigentes de CDC.