Sólo el voto de CiU provocaría la prórroga

Las posibles enmiendas de totalidad al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado sólo pueden prosperar si cuentan con el apoyo de Convergència i Unió (CiU). Dando por hecho que el Partido Popular (PP) e Izquierda Unida (IU) pedirán que se devuelvan los presupuestos, sus respectivas enmiendas necesitarían el apoyo del otro grupo y, además, el de los nacionalistas catalanes para superar los votos socialistas.

Si las enmiendas a la totalidad son rechazadas comenzaría la tramitación del proyecto. Entonces cabe la posibilidad de que CiU votase enmiendas de otros grupos sumando votos suficientes para que prosperen o que los demás voten enmiendas del grupo catalán.

En este supuesto hay dos limitaciones: si la enmienda desvirtuase los objetivos del Gobierno, éste puede retirar el proyecto de ley en cualquier momento, antes de la aprobación definitiva (artículo 127 del Reglamento del Congreso). Además, la Constitución establece en su artículo 134 que toda "enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación".

En la hipótesis de que Convergència i Unió apoyase una enmienda de totalidad caben dos posibilidades: que el Gobierno envíe un nuevo texto o que deje transcurrir el tiempo y opere el artículo 34 de la Constitución, según el cual "si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente [el 1 de enero] se considerarán automáticamente prorrogados los presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos".

En fuentes de la Presidencia del Gobierno se considera "sin sentido" que CiU use esta vía para forzar un adelanto electoral, ya que el debate de totalidad de los presupuestos será a finales de octubre, con lo que una posible disolución de las Cámaras en esas fechas llevaría las elecciones a las puertas de la Navidad, algo que esas fuentes estiman casi imposible.