Un lujo superfluo
JOAQUíN VIDAL El Ayuntamiento de Arganda del Rey ha montado para su tradicional feria interesantísimos carteles y éste era de auténtico lujo: ganadería acreditada, con tres espadas de los que el taurinismo habla y no acaba. Los taurinos y algunos aficionados itinerantes aseguran que les han visto a los tres soñar el toreo. Y será cierto. Pero nadie lo diría a juzgar por lo que les hicieron en Arganda a los encastados novillos de Ibán.
El sueño más tuvo caracteres de pesadilla. El lujo con que quiso engrandecer su tradicional feria el Ayuntamiento de Arganda del Rey resultó superfluo. Mejor resultado hubiese obtenido si se lo llega a gastar en toreros con menos fantasías y mayores arrestos. Y con lo que sobrara, una buena chuletada para regalo de la afición.
Ibán / Tomás, Morante, Pireo
Novillos de Baltasar Ibán, bien presentados y encastados. 3º y 6º mansos reservones, resto boyantes.José Tomás: tres pinchazos -primer aviso-, espadazo atravesadísimo que asoma por el lomo, siete pinchazos -segundo aviso- y cuatro descabellos (silencio); pinchazo, media atravesada baja, estocada ladeada, rueda de peones y descabello (silencio). Morante de la Puebla: dos pinchazos, estocada honda y rueda insistente de peones (silencio); estocada perpendicular delantera y rueda insistente de peones (oreja). El Pireo: nueve pinchazos, estocada corta, otra trasera -aviso-, tres descabellos y se tumba el novillo (silencio); dos pinchazos, descabello, pinchazo, otro hondo atravesado -aviso- y descabello. Plaza de Arganda del Rey, 5 de septiembre. 2a corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
Hubo dos novillos deslucidos que correspondieron a El Pireo. Mansos ambos, de la categoría reservones, variedad querenciosos, ninguno admitía florituras y tampoco se le podían exigir al novillero faenas dominadoras que son propias de diestros avezados, maestros en tauromaquia. Bastante hizo El Pireo con estar voluntarioso, e incluso tuvo la gentileza de instrumentar, ya al final de la sórdida función, los únicos lances de capa que hubo en la tarde: unos verónicas suaves en la modalidad del delantal.
El resto de la novillada, en cambio, desarrolló encastada nobleza, y sin embargo todos se fueron a la grúa que los iza al camión, luego al desolladero, sin torear. Sin torear, ni bien ni mal. Porque unos pases sueltos, ejecutados a lo que salga, carentes de ligazón y hondura, no componen toreo de ninguna especie.
José Tomás desarrolló dos faenas larguísimas, desiguales de temple, en las que abundaron los enganchones, sufrió desarmes, y nadie acertaba a explicarse la vulgaridad del muleteo, cuando todas las embestidas se estaban produciendo con excepcional boyantía.
A Morante de la Puebla le desbordó la bravura del segundo Ibán y desaprovechó lamentablemente la pastueña embestida del quinto. Mucha manita de rapsoda en posición de esperar la dádiva, mucha puturería a la de citar, mucho pico a la de embarcar, mucho jujú, mucho jujá, mucho pingüí, pero parar, templar y mandar, eso no; nunca, jamás.
Le dieron la oreja del quinto, no se entendía bien el motivo. Quizá porque paró de llover. La lluvia insistente que estuvo cayendo durante todo el festejo tenía aterido al público, y ya se sabe cuán conforta al público de toros una oreja peluda. De todos modos se esperaba del lujoso cartel más abundante cosecha de orejas peludas. Claro que la terna compensó esta carestía prodigándose en el manejo de las armas toricidas. Y para liquidar los seis novillos se entretuvo perpetrando 26 pinchazos, siete estocadas da igual decir cómo y 10 descabellos, la mayoría a cargo de José Tomás y El Pireo, que escucharon por junto cuatro, avisos. ¡Ole los toreros buenos!
Fundi se cae del cartel
Por otra parte, el apoderado de Fundi, anunciado en la Feria de Otoño, ha comunicado a la empresa de Las Ventas que este diestro no podrá torear, pues se les había olvidado al formalizar la contratación que el mismo día -1 de octubre- ya estaba comprometido en otra plaza. Le sustituirá Juan Carlos García.
Babelia
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