Una explosión de grisú mata a 14 mineros en un pozo asturiano

Una explosión de grisú, no detectada por los múltiples sistemas de alarma instalados en el pozo San Nicolás, segó ayer la vida a 14 trabajadores de Hunosa en Mieres (Asturias). Sólo se salvaron dos de los 16 mineros que se encontraban en la zona en que se produjo la catástrofe, a 400 metros de profundidad. Cuatro son de nacionalidad checa. El Gobierno regional ha decretado tres días de luto y todos los pozos españoles pararán hoy sus tareas en señal de duelo. El príncipe de Asturias presidirá los funerales.La minería asturiana, acostumbrada antaño a tragedias sin fin, no había sufrido un desastre de estas proporciones desde hacía 46 años, cuando murieron 17 mineros por otra explosión de grisú en el pozo María Luisa. Tanto Hunosa como la dirección regional de minas del Principado de Asturias han abierto sendas investigaciones para averiguar la razón por la que no funcionaron las alarmas.

Editorial en la página 10