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TRAGEDIA EN LA MINA

Las pérdidas de la hullería llevan a subcontratar obreros del Este

Las cuantiosas pérdidas de las empresas hulleras asturianas, que precisan de ingentes subvenciones públicas para sobrevivir, y la progresiva mecanización de estas explotaciones para mejorar su productividad han dado pie a una paulatina pero creciente subcontratación de trabajadores de la Europa del Este, fundamentalmente checos. Cuatro de ellos perdieron ayer la vida en el pozo San Nicolás. Las empresas mineras subvencionadas están obligadas a reducir costes y a mejorar sus rendimientos por la Unión Europea (UE) para que puedan seguir recibiendo ayudas estatales.

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Como consecuencia de ello, compañías como Hunosa o minas de Figaredo, ambas del Estado, han procedido en los últimos años a contundentes reducciones de empleo, que en el caso de Hunosa, la mayor compañía minera del país, ha supuesto pasar de 18.000 mineros a 10.650 en apenas seis años y al cierre de explotación.La subcontratación de tareas mecanizadas a empresas ajenas permite mejorar los niveles de productividad y reducir los costes, dos de las exigencias comunitarias. Los trabajadores checos aportan el conocimiento y la pericia en el manejo de una maquinaria a la que están habituados a utilizar en su país, pero a su vez tienen condiciones salariales que, en tanto que dependen de empresas privadas no mineras, nada tienen que ver con las condiciones laborales del sector. Todo ello contribuye al abaratamiento de algunos procesos productivos.E

l turno de la noche, al que pertenecían los 14 trabajadores que perecieron ayer, realiza tareas de mantenimiento y de revisión, así como de avance en la galería para facilitar la labor de extracción del mineral, que se acomete en los relevos de la mañana y de la tarde.

Los fallecidos formaban dos equipos. Uno, integrado por personal de Hunosa, realizaba trabajos de aprovisionamiento de material, lo que en la jerga minera se conoce como dar la tira, mientras que los cuatro trabajadores checos manejaban una máquina, conocida como Minador, que perfora enfrente de la galería para abrir nuevos campos de explotación. En San Nicolás trabajan en distintos turnos 15 operarios de esa nacionalidad.

Entre los mineros asturianos, la incorporación de trabajadores del Este ha sido recibida siempre con alguna inquietud, porque temen que su sistema de remuneración (a.tarea, según el trabajo realizado) sea un acicate para descuidar algunas medidas de seguridad básicas.

Ayer se le preguntó al director general de explotación de Hunosa, Ramón Madera, si en la tragedia ocurrida en San Nicolás era posible que algún trabajador hubiera podido anular o manipular los detectores de grisú para no suspender la tarea. Su respuesta fue ésta: "No tenemos conocimiento de que haya podido ocurrir nada parecido. Si eso hubiera pasado, se tomarían medidas absolutamente drásticas. Cualquiera está en su derecho de suicidarse, pero no de obligar a otros a que lo acompañen".

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