La mayor tragedia desde 1.946
La historia de la minería asturiana está cargada de tragedias como la de ayer, que forman ya parte indeleble de la memoria colectiva, pero hacía ya 46 años que la región no se veía lacerada por un drama con tantas víctimas. El último desastre de similares características aconteció en 1949, también a causa de una explosión de grisú ocurrida en el pozo María Luisa. Allí perdieron la vida 17 mineros.En la mina Santo Tomás hubo otro grave siniestro en agosto de 1967, con 11 víctimas. No se recordaba nada igual desde entonces, aunque la cadencia de los siniestros, con tres y hasta cinco víctimas, ha sido un rosario demasiado repetido en una profesión siempre tan cerca de la muerte,
El dramatismo que se vivió ayer en la minería asturiana guarda relación con la alta cifra de víctimas, pero también con la incertidumbre con que se vivió a lo largo de la madrugada y durante toda la mañana el alcance definitivo de un siniestro que nadie se atrevía a cuantificar. A las siete de la madrugada, casi cuatro horas después de ocurrido el accidente, eran cuatro los muertos localizados por los equipos de rescate. Una hora después, se supo que había tres más, y a las nueve de la mañana la cifra era ya de nueve.
Pasadas las 10.30 de la mañana, se sabía que en el interior permanecían tres trabajadores y, cuando a mediodía se logró rescatar sus cuerpos sin vida, la pregunta más angustiosa de los congregados era si no quedaba alguno más en las entrañas de la tierra.
Las víctimas
El dolor rompió ayer a 14 familias. Éstas son las víctimas: Eugenio Martín Curieses, de 42 años, vecino de Sueros (Mieres), oficial sondista, casado, un hijo; Francisco Javier González Merino, tubero, natural de Valencia de Don Juan (León), domiciliado en Moreda, de 40 años, casado, dos hijos; Jesús Trapiella García, de 30 años, de Moreda, soltero, ayudante minero; José Ignacio del Campo Bernardo, de 29 años, domiciliado en Boo (Aller), casado, un hijo, ayudante minero; Juan Manuel Álvarez Fernández, de Turón y afincado en Mieres, de 35 años, ayudante minero, casado, un hijo.Eduardo Augusto Álvez, de 35 años, nacido en Braganza (Portugal), domiciliado en Gijón, ayudante, barrenista, casado, dos hijos; Elías Otero Fernández, de 42 años, natural de Mieres, soltero, picador; Manuel Ángel Fernández Bueno, de, 29 años, domiciliado en Ablaña (Mieres), soltero, ayudante minero; Anatolio Lorenzo Pedrosa, de 43 años, natural de Vegas del Condado (León), residente en Mieres, casado, un hijo, vigilante de primera categoría de interior; Luis Antonio Espeso Mencía, de 35 años, nacido en Mieres y domiciliado en Gijón, casado, dos hijos, maquinista de tracción.
Los cuatro trabajadores de nacionalidad checa fallecidos son Miroslav Divoky, Michal Klenot, VIastimil HavIik y Milan Rocek.
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