¿Se le acaba el tiempo a González?
(...) La mejor oportunidad, que tiene Felipe González para mantenerse en el poder o hallar una salida honrosa antes de las próximas elecciones reside en que su Gobierno pueda aguantar al menos hasta el 1 de enero de 1996, cuando España entregue a Italia la presidencia rotativa semestral de la Unión Europea.Una presidencia europea coronada por el éxito y una economía en expansión podrían hacer de trampolín en las elecciones de marzo de 1996. Pero, hasta ahora, ha pasado inadvertido para la mayoría de los españoles el que mientras González se afanaba en replicar a las acusaciones de haber organizado los GAL, la Bolsa de Madrid alcanzaba su máximo anual, la peseta se fortalecía, el crecimiento económico se elevaba al 3,2% del PIB y el desempleo caía a niveles anteriores a la recesión.
Sin embargo, parece que los electores no tienen tan en cuenta la economía. Las dos últimas consultas han colocado a los socialistas 12 puntos por detrás del Partido Popular de José María Aznar.
Felipe González, a cuyo carisma deben los socialistas gran parte del apoyo de que disponen, debe de estar preguntándose si el final está verdaderamente próximo esta vez. Sin duda, Felipe González necesita un buen descanso en agosto, porque septiembre se perfila como uno de los meses más dolorosos de su carrera.
12 de agosto
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