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Tribuna:DEBATES
Tribuna
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Ya ha empezado la preguerra

Eugen Weber, en The Hollow Years, una historia de la Francia de los años treinta, señala que en 1930, cuando los años de la posguerra estaban terminando, algunos "especulaban con que ya estaban empezando los años de preguerra". Lo mismo se puede decir de 1995. El orden de las grandes potencias que se impuso en Europa tras la Segunda Guerra Mundial no terminó con la caída del comunismo en 1981, sino con la caída de Srebrenica en 1995 frente a las fuerzas del nacionalismo, el odio étnico y el oscurantismo político. Los años de preguerra han empezado.Para Washington, Europa es ahora asunto de los europeos, y así debe ser. Sin embargo, los Gobiernos de lo que antes Se llamaban las grandes potencias europeas han decidido no aceptar esa responsabilidad. La ambición de que Europa la aceptase colectivamente a través de una política exterior y de seguridad de la UE ha dado a los diferentes Gobiernos europeos una excusa no sólo para no asumir, sino ni siquiera para considerar la existencia de responsabilidades continentales en la presente crisis. Si EE UU no actúa, esperan que "la ONU" lo haga. Los Gobiernos de Europa parecen considerarse a sí mismos simples agentes de consenso. Que el Reino Unido y Francia sean dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad no parece implicar más responsabilidades que la mera identificación de qué nivel de consenso es menos oneroso, y menos ambicioso.

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El éxito de "Europa" dio a los europeos una autoridad moral y política formidable. En ambas orillas del Atlántico, la gente creía -con razón- que la Europa. unificada podría tener una influencia decisiva en el futuro de Europa del Este y de Rusia. Esa autoridad se ha desperdiciado en Yugoslavia, y con las mentiras que se han dicho sobre Yugoslavia. Evidentemente, también han estado implicados otros Gobiernos, incluido el norteamericano. Sin embargo, el Consejo de Seguridad de la ONU ha estado dominado en lo relativo a este asunto por sus miembros permanentes europeos, y Londres, París y Bonn son los principales responsables de lo que la ONU ha hecho o ha dejado de hacer en Yugoslavia.

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Realismo de EE UU

La clase política norteamericana ha demostrado desde el principio una visión más realista de lo que implica esta guerra que la francesa, la británica o la alemana. Al principio, Washington no se atrevía a manifestarla por la idea de que Yugoslavia era asunto de Europa. Se consideraba que los europeos sufrirían (y así será) las principales consecuencias de que Yugoslavia se suma en el caos y el mal. No obstante, Washington mantenía que los bosnios tenían derecho a tener armas para defenderse. El Gobierno norteamericano también consideraba que el nuevo Estado bosnio representaba el principio de un Gobierno parlamentario no étnico y no discriminatorio, que es el principio fundamental de los países occidentales de la Unión Europea.La incomprensible indiferencia europea ante ese hecho y su insistencia en que las víctimas y los agresores fueran tratados imparcialmente, sin diferenciación moral, son responsables de la catástrofe a la que se ha llegado ahora. El embargo de la ONU desarmó efectivamente de hecho a los bosnios, cercados geográficamente, y fue incapaz de detener la adquisición de armamento por los serbobosnios, cuyas líneas de abastecimiento y control desde Serbia nunca quedaron rotas.Ahora habría que sacar conclusiones de todo esto. Las mías son las siguientes:

EE UU debería levantar el embargo de armas a Bosnia unilateralmente.

Debería armar al Ejército bosnio o facilitar su armamento, en caso de que un Gobierno bosnio razonablemente responsable sobreviva a esta crisis y esté verdaderamente preparado para continuar luchando.

En mi opinión, EE UU también debería proporcionar o facilitar a los bosnios sufiente apoyo aéreo para disuadir o interrumpir la intervención aérea serbia contra éstos. El propósito no es ganar la guerra en lugar de los bosnios (fue en Vietnam cuando E UU fue a ganar una guerra ajena). Ellos tendrán que ganar su guerra, y hay que decir que tienen más posibilidades de perder que de ganar.La ONU y los Gobiernos europeos han dicho que retirarán las tropas de la ONU si EE UU cambia de política. Ya que los europeos tienen intención de retirarse antes del invierno de todas maneras, esto apenas puede considerarse una objeción. Londres y París darían secretamente la bienvenida a este cambio en la política norteamericana. Les quitaría el peso de la responsabilidad por el ignominioso abandono de las víctimas de Yugoslavia.

Traiciones

El Gobierno de Clinton ha prometido aportar nada menos que 25.000 soldados para la evacuación de las fuerzas de la ONU. ¿Debería hacerlo? Por supuesto que sí; esto es ahora una cuestión de honor nacional y de compromiso de solidaridad aliada. Sin embargo, si el Congreso norteamericano se negase y eligiese el camino del deshonor-cosa que podría suceder-, eso no hará sino añadir una traición de EE UU a sus aliados al balance de anteriores traiciones continuas de esos aliados a aquellos yugoslavos que desean vivir según el modelo de la Europa liberal.Serbia ha ganado, y Europa ha perdido. El último gesto de Europa fue la oferta por parte del presidente Jacques Chirac de fuerzas francesas para recuperar Srebrenica, un gesto quijotesco que sólo consiguió avergonzar al Ministerio de Exteriores de Londres y, sin duda, al primer ministro de Chirac, Alain Juppé, arquitecto de la política que Francia ha seguido hasta ahora.

Damos la bienvenida al lector a los años de preguerra.

William Pfaff es experto estadounidense en política internacional.

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