Directores de museos arremeten contra los 'comisarios estrella' de las exposiciones

"Están teniendo mucho éxito las exposiciones para las que se utilizan grandes obras de arte, pero cuyo mensaje supera a la obra en sí misma" dijo ayer José Guirao, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en una mesa redonda sobre exposiciones temporales celebrada en los cursos de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial. Para Guirao, abundan una suerte de "comisarios estrella" que superponen su idea a la obra artística.

Tomás Llorens, director de la colección Thyssen Bornemisza, abundó en esta misma tesis: "Se sacrifica la singularidad de la obra de. arte en las exposiciones". Llorens añadió que las piezas artísticas tienen un componente discursivo esencial, que no puede dejarse a un lado, así como otro de espectacularidad, inseparables ambos de la creación.Las intervenciones de los expertos, dentro del curso Museos ante el año 2000, coincidieron en que, en el futuro, las exposiciones temporales serán más pequeñas y estarán más centradas en, el entorno de cada centro. Eduard Carbonell, director del Museo Nacional de Arte de Cataluña, criticó, por ejemplo, la oportunidad y el sentido de la exposición China: arte de vivir, arte de sobrevivir, que se exhibe en la Fundación Joan Miró de Barcelona hasta el próximo mes de septiembre.

El príncipe Johann Georg de Hohenzollern, director de la colección estatal de pintura de Baviera dijo que su institución había renunciado a hacer grandes exposiciones temporales, y que a partir de ahora iba a centrarse en la investigación de sus fondos. Fue interesante a este respecto la intervención de José María Álvarez, director del Museo de Arte Romano de Mérida, quien explicó a los alumnos las actividades que llevan a cabo, muy baratas, y siempre utilizando la fórmula de intercambio con centros afines.

Limitaciones económicas

A a luz de lo expuesto, cabe concluiÍque las grandes exposiciones pertenecen ya al pasado. "Hay una tendencia", dijo Llorens, "que surge como consecuencia de las limitaciones económicas a reducir el gasto público. La cultura va a ser uno de los sectores más afectados, y es posible que se acabe con un tipo de exposiciones temporales, cuyo coste es cada día más elevado".Las grandes exposiciones, por tanto, serán cada vez más infrecuentes y con ellas desaparecerá el "comisario estrella" que tanto preocupa a los directores de los museos, aunque cabe preguntar si no pasarán entonces a un ámbito supranacional necesariamente arropado por determinado apoyo político o ideológico.