El despegue discográfico de la familia Flores

El morbo vende. Cuando no se han cumplido ni dos meses de la muerte de Lola Flores y de su hijo Antonio, las ventas de sus discos se han disparado como ellos nunca consiguieron en vida. La dinastía de los Flores se ha convertido, casi de la noche a la mañaná en un negocio: Cosas mías, el último trabajo de Antonio, ha vendido 90.000 ejemplares en tres semanas; Para siempre Lola lleva vendidas 11.000 copias; Rosario ha visto incrementadas sus galas, que a comienzos de ve rano parecían resistirse, e incluso Lolita, que se había dedicado últimamente más a la televisión que a la música, se encuentra en plena gira por tierras americanas y espera la publicación en septiembre de Qúién lo detendrá, álbum con el que estrenará nueva compañía.

Por otro lado, un grupo de músicos, entre los que se encuentran, aunque todavía no ha sido con firmada su participación, Miguel Bosé, Sabina, Ana Belén otros, están trabajando en la realización de un disco en homenaje al desaparecido Antonio Flores, que tendrá como, finalidad recaudar fondos destinados a su hija Alba.El mismo día de la muerte de Antonio Flores, una distribuidora discográfica pedía 10.000 ejemplares de Gran vía, un disco del año 1988 que en su día pasó inadvertido. La bola de nieve no había hecho más que empezar a rodar. Cosas mías (RCA, 1994) llevaba casi un año a la venta y se confirmaba como su obra más importante. De, hecho, en ese tiempo se vendieron 100.000 ejemplares, pero sólo en las tres últimas semanas se han vendido 90.000 copias, según fuentes de RCA, y para que el documento sea completo, la compañía le ha añadido al compacto un pack con el último concierto en directo del compositor y cantante, en el que no aporta ninguna canción nueva.

"Le ha pasado como le ocurrió a Camarón. Está vendiendo más discos después de muerto que cuando vivía", exclama su amigo Antonio Carmona, cantante de Ketama, grupo con el que el mediano de hijos de Lola Flores grabó Vente pa' Madrid. Carmona. reconoce también que en el próximo disco de Ketama habrá "un par de temitas" del hijo de la Faraona.

"Dos días antes de su muerte", prosigue Carmona, "me llamaba a, casa y me cantaba una cancion que estaba preparando para nosotros; la otra canción la empezó a componer.- en una terraza, una noche que estábamos de juerga" añade el cantante, quien describe así a, su amigo como compositor. "Sacaba un trémolo y preparaba en un instante dos parrafadas, de la de morirte."

Cenizas del éxito

La espuma del éxito ha alcanzado también a Gran vía, el disco que Antonio Flores grabó en 1988 con DRO, tras el paréntesis de tres años que supuso su adicción a heroína. Un portavoz de la compañía explicó que Gran vía nunca había sido descatalogado y que se vendía "poco a poco, hasta que la demanda se multiplicó tras su muerte".Como ejemplo del despegue, baste decir que el pasado mes de octubre vendieron 50 ejemplares; y que, frente a los 80 de octubre, ahora las ventas no bajan de los 1.500 por semana. No han corrido la misma suerte sus dos primeros discos, Antonio (del que se vendieron cerca de 28.000 discos hace 10 años) y Al caer el sol (unos 15.000), que ya están descatalogados, aunque el pasado año se, hizo reeditaron ambos: Lo mejor Antonio (Pongamos que hablo de, Madrid).

Esta especie de lotería traducida en cifras de venta ha alcanzado también a Lola Flores. La Faraona -una sorprendente mujer que, parafraseando a un crítico musical de The New York Times, "no sabe cantar ni bailar, pero no hay que perdérsela" fue una artista reconocida mundialmente pero lo cierto es que vendió muy pocos discos a lo largo de su vida.

En su época más gloriosa apenas existían equipos de música en las casas editoras. Sin embargo, Para siempre Lola, un homenaje a la artista en el que además de sus hijos colaboran El Puma, Julio Iglesias y Celia Cruz, ha vendido ya 11.000 compactos.

Para siempre Lola se grabó, en Miami hace más de un año, pero "por problemas técnicos", según una fuente de Sony Music, el disco no se puso a la venta hasta después de morir Lola.