Sin plantilla
Nunca he tenido quejas de la Seguridad Social. Al contrario, en mi segundo embarazo tenía una placenta previa, por lo que a las 29 semanas de gestación me ingresaron en el Gregorio Marañón hasta que a las 32 semanas nació mi hija. La niña permaneció 46 días en la incubadora. Durante ese tiempo, el trato recibido en el Marañón, tanto humano como sanitario, fue excepcional.Tras este paréntesis me voy a centrar en el tema que me ocupa: el centro de salud Federica Montseny, en Vallecas.
Hasta hace unos seis meses, el Federica Montseny funcionaba fenomenalmente, ya que tiene un equipo sanitario y un personal administrativo muy competentes. Pero dicho centro de salud recibió 18.000 pacientes más debido al cierre de algunos ambulatorios de la zona. Entonces, en lugar de contratar a más personal, la plantilla no sufre modificación alguna. Lógicamente, esto ha repercutido en todo el mundo, especialmente en los pacientes. Yo sabía los problemas existentes, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando el día 26 de abril de 1995 llamo, para pedir hora para mi revisión ginecológica anual. Anteriormente, las citas solían tener una demora de mes o mes y medio, pero esta vez me dan cita para el día 24 de enero de 1996. Tras confirmar la fecha (le pregunté a la persona encargada de citarme si me estaba tomando el pelo), pregunté el cauce administrativo para poner una reclamación, cosa que hice esa misma tarde. Si los pacientes nos limitamos a "echar la bronca" a *administrativos y médicos (los cuales no tienen nada que ver en la mala gestión sanitaria) sin poner la reclamación oportuna, las protestas no sirven para nada. Espero y deseo que las autoridades sanitarias competentes arreglen el grave problema del Federica Montseny.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.