Los jefes 'narcos' intentarán dispersarse para evitar la captura
Los jefes del cartel de Cali que siguen en libertad planean salir de su feudo, convertido en un avispero, y dispersarse por otras zonas de Colombia para evitar correr la misma suerte que Gilberto Rodríguez Orejuela. Pese al llamamiento de éste a que se entreguen, las circunstancias no les son propicias. Las posibilidades de negociación están muy limitadas. Apenas si cabe otra cosa que la rendición incondicional. Sólo la convicción de que puedan terminar acribillados a balazos como Pablo Escobar, jefe del cartel de Medellín en diciembre de 1993, podría hacerles cambiar de opinión.Tras la caída de El Ajedrecista, su hermano Miguel, con la cabeza puesta a precio (1.500 millones de pesos, más de 250 millones de pesetas), queda al frente del cartel, con José Santacruz, alias Chepe, como su lugarteniente o asociado. La recompensa por cualquier información que facilite la captura de Miguel es más modesta: tan solo 500 millones de pesos, la misma cantidad que por los siguientes capos: Helmer Herrera, alias Pacho Herrera; Víctor Patiño, alias El Papi; Phanor Arizabaleta y Henry Loaiza, alias El Alacrán. En algunas listas de los más buscados se incluye también a Jorge Orejuela Caballero.
Esta es la plana mayor de una organización criminal que ha evitado recurrir, siempre que le ha sido posible a la violencia, justo lo contrario a lo que hizo Escobar. Tras la muerte de éste, gran parte del negocio de Medellín se trasladó a Cali, y con él parte de la herencia de asesinatos. No obstante, con los Rodríguez Orejuela al frente, los de Cali se infiltraron en la economía colombiana, en el mundo financiero e industrial y, mediante acuerdos con mafias europeas y asiáticas, diversificaron sus inversiones y las convirtieron en más opacas. Nadie cree que la detención de El Ajedrecista suponga que, de repente, todo este tinglado se venga abajo. De momento, no hay ninguna prueba de que el flujo de cocaína que, desde Colombia y por diversas rutas, llega a Estados Unidos se haya reducido.
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