La DEA y la CIA desempeñaron un papel decisivo en la captura del 'narco' más buscado en EE UU

La captura de Gilberto Rodríguez Orejuela, la figura más poderosa del cartel de Cali y uno de los delincuentes más buscados por la Justicia de Estados Unidos, fue posible gracias a la información y los medios facilitados por la Agencia para la Lucha contra las Drogas (DEA, en sus siglas en inglés) y por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), según funcionarios norteamericanos. Su detención culmina una semana gloriosa en el combate al narcotráfico y, posiblemente, cierra también un capítulo que ha marcado las relaciones entre Estados Unidos y América Latina por más de una década.

Para Estados Unidos, Gilberto Rodríguez Orejuela era hoy el principal objetivo de lo que aquí se considera "su" guerra. Por eso, dentro de los límites -no tan estrictos, por cierto- que impone el respeto a la soberanía de Colombia y los altos y bajos que se han producido en la relación con ese país, las agencias de seguridad norteamericanas participaban con todos sus medios en la caza de los miembros del cartel de Cali.

Funcionarios estadounidenses dijeron ayer que los movimientos de Rodríguez Orejuela estaban siendo seguidos por los agentes de la DEA y de la CIA desde hacía varios días dentro de una operación secreta que Estados Unidos denominaba Kingpin Strategy (Estrategia Figura Central).

Esas informaciones, que fueron posteriormente transmitidas a las autoridades colombianas, condujeron a la localización el viernes del líder de la famosa organización mafiosa en el apartamento en el que fue detenido en su ciudad de Cali.

Felicitación de Clinton

El presidente Bill Clinton se apresuró a felicitar a la DEA, y de paso al Gobierno colombiano también, por el éxito de la operación policial, y al mismo tiempo pronosticó una prometedora política de cooperación entre Washington y Bogotá en la lucha contra el narcotráfico.

"Esta detención es la culminación de los esfuerzos desarrollados bajo nuestra Kingpin Strategy, pero es sólo el principio de nuestra cooperación con los colombianos. Esto servirá como una señal a otros narcotraficantes de que no se permitirá que sus insidiosos crímenes destruyan a nuestros pueblos", declaró el presidente norteamericano por medio de un comunicado. Otro alto funcionario que no quiso ser identificado dijo que la detención de Rodríguez Orejuela es "una gran conquista para el Gobierno colombiano y una gran prueba de la adecuada colaboración entre la CIA y la DEA".

Gilberto Rodríguez Orejuela es reclamado por varios jueces de Estados Unidos por el delito de introducir drogas a este país. Su organización es considerada como responsable del 70% de la producción mundial de cocaína y del 80% de la que entra cada año en territorio norteamericano. La última vez que Rodríguez Orejuela fue incluido en un proceso por narcotráfico en Estados Unidos fue el pasado lunes, dentro de una redada de las autoridades norteamericanas en la que fue desarticulado gran parte del aparato legal que protege al cartel de Calí en Estados Unidos. En esa operación fueron detenidos tres antiguos altos funcionarios del Departamento de Justicia y varios abogados vinculados al lavado de dinero y a la protección de narcotraficantes.

Aunque oficialmente no se ha mencionado relación entre ambas operaciones, tanto la redada de Miami como la captura de Rodríguez Orejuela se corresponden con una política de cooperación entre Estados Unidos y Colombia después de varios meses de discrepancias que nacieron con las sospechas en torno al presidente Ernesto Samper. Samper fue acusado por periodistas y rivales políticos de haber recibido dinero- del cartel de Cali para su campaña electoral.

La preocupación en estos momentos de las autoridades norteamericanas es comprobar si Colombia será capaz de procesar a Rodríguez Orejuela y mantenerlo en la cárcel. Estados Unidos no puede conseguir su extradición porque las leyes colombianas, atendiendo a razones de política interna, lo impiden. Pero teme que pueda ocurrir con él como con Pablo Escobar, quien escapó de prisión en 1992 poco después de su captura y finalmente fue abatido a tiros un año después. Rodríguez Orejuela ya estuvo detenido en Colombia cuando España lo extraditó a ese país en 1986 en lugar de a Estados Unidos, y en aquella ocasión fue puesto en libertad a los pocos días.