Eros, bajo sospecha
"La pornografía tendría que ser un género altísimamente intelectual, dado que el sexo es la cosa a la que más pensamiento dedicamos en nuestras vidas", asegura Nicholson Baker, autor de las novelas Vox y La fermata, ambas publicadas en Alfaguara. El éxito del escritor norteamericano no parece haber disminuido los recelos editoriales qué las colecciones eróticas parecen suscitar en España. A nadie le gusta la fácil tendencia a identificar este género con un subgénero y el ver limitado el mercado potencial a un público por tradición minoritario. "Yo no creo en los géneros, sino en las novelas. No busco que sean eróticas, sino buena literatura", señala Juan Cruz, director de Alfaguara.Hasta la clasificación de la obra resulta a veces problemática. La editorial Valdemar acaba de editar Coños, de Juan Manuel de Prada. Un homenaje a Senos, de Ramón Gómez de la Serna, cuyo índice incluye desde el "coño cataléptico" hasta el de los ángeles. Aunque la portada es tan específica como el título, tanto los editores como el autor se muestran reticentes a que la obra pase a engrosar las listas de literatura erótica. "No es un libro para leer con una sola mano. Quien busque en él consuelo erótico no lo hallará. Su intención es sobre todo literaria: me interesa más la sensualidad de las palabras que la sensualidad de lo que se narra", asegura De Prada.
La excepción más conocida a esta actitud editorial es La Sonrisa Vertical, de Tusquets, que preside el cineasta Luis García Berlanga desde su fundación en 1977. Con 92 títulos publicados y autores tan prestigiosos como Mario Vargas Llosa, Almudena Grandes, Eduardo Mendicutti o Klaus Kinski, la colección sigue enfrentándose al desinterés de la crítica, literaria. "El último premio ha recaído sobre Tu nombre escrito en el agua, de I. González. Por primera vez desde 1977 se falló por unanimidad del jurado, y, sin embargo, ha pasado sin pena ni gloria", cuenta Nair Gutiérrez.
A pesar del panorama, la editorial Plaza y Janés sacará el 14 de junio su primera colección de novela erótica. Libros de bolsillo con precios asequibles, personajes contemporáneos, un lenguaje directo y cuyos autores y protagonistas serán siempre mujeres. "Aunque hay alguna relación lésbica, dominan las heterosexuales. Se ha buscado una perspectiva que interese a la mayoría", explica Nuria Cabutí, promotora de la colección de bolsillo de Plaza y Janés. "Nuestro objetivo es que el lector haga volar su imaginación".
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