Marruecos condiciona toda la negociación pesquera a un acuerdo para reducir capturas
Marruecos quiere ir al grano. Así parece demostrarlo su negativa a la proposición europea de abordar el asunto de las empresas mixtas hasta que no se solucionen los problemas de fondo del conflicto pesquero que le enfrentan a la Unión Europea: la reducción de capturas y el número de licencias. Esta actitud pilló ayer por sorpresa a la delegación europea, que ayer viajó a Rabat para reanudar el diálogo con Marruecos en un clima tenso. Gran parte de los pescadores andaluces y las empresas del sector siguieron sus protestas en los puertos y empezaron una huelga de 24 horas.
Nada mas sentarse a negociar los representantes europeos recibieron uña protesta formal de Rabat por los daños causados al tráfico comercial marroquí por el bloqueo de los puertos andaluces en las últimas semanas. Marruecos pidió a Bruselas una compensación económica por dichos perjuicios. Con esta petición sobre la mesa y tras casi una hora de conversaciones, la delegación de la UE convocó una reunión de coordinación que se prolongó hasta última hora de la noche.La tensión que dominó las conversaciones era previsible debido a las medidas de presión adoptadas por los pescadores andaluces en las últimas semanas. Tras un mes de amarre forzoso al no prorrogarse el acuerdo entre Rabat y Bruselas para que los barcos europeos accedan a los caladeros marroquíes, gran parte del sector andaluz empezó ayer tarde una huelga de 24 horas. Los pescadores almerienses y sus empresas subsidiarias mantienen los controles de todos los camiones con productos marroquíes en el puerto de Almería. En Algeciras se controla la entrada de pescado desde ese país.
El ministro de Pesca de Marruecos, Mustafá Sahel, advirtió que "Rabat no ha cambiado de postura", y aseguró que la pelota está ahora en el tejado europeo. Los representantes europeos, liderados por el director general de Pesca de la Comisión, el portugués José Almeida, se vieron sorprendidos por la decisión de sus interlocutores de no discutir la creación de empresas mixtas de pesca hasta que no se acuerde la reducción de las licencias y de las capturas, el aspecto más polémico del conflicto y que se había pospuesto hasta ahora.
Esta actitud pudo motivar la convocatoria de una reunión de coordinación para recabar las opiniones de los gobiernos de la Unión Europea, y muy en especial, de España y Portugal, los principales países afectados por el tratado. Los intereses de España, cuya flota representa el 90% de la europea que pesca en los caladeros marroquíes, están defendidos en estas negociaciones por el director general de Recursos Pesqueros, Rafael Conde.
Posturas alejadas
Así, las posturas de las delegaciones europea y marroquí seguían tan alejadas como cuando el pasado 17 de mayo concluyó la cuarta ronda de negociaciones. O aún más, ya que como se temía el consejero de Pesca de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, el bloqueo de los puertos andaluces a los productos marroquíes ha hecho mella en el país norteafricano. "Esa actitud no va a ayudar al proceso negociador", manifestó.Para Plata el problema radica en que la fórmula del acuerdo pesquero "está agotada". "Tenemos que buscar nuevas formas de cooperación entre la Unión Europea y Marruecos". En su opinión, los plazos cuatrienales con los que se ha funcionado hasta ahora, han impedido la inversión necesaria para la modernización del sector "porque son demasiado cortos". Con todo, su mayor preocupación se centra en que se encuentre una solución que salve a la flota artesanal y de bajura, porque es la que tiene menos posibilidades de recolocación.
Una mayor cooperación con Marruecos y cambios estructurales en la flota fueron las recetas que defendió el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, para el sector. En igual sentido se manifestó en Viena el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Atienza, quien afirmó que cree posible "realizar algunos ajustes de carácter no traumático", pero siempre "salvaguardando aquella parte de la flota que tiene menos margen de maniobra y mayores dificultades para reorientarse a otras actividades".
La Comisión de Agricultura y Pesca del Congreso aprobó ayer por unanimidad una proposición no de ley del PP en la que se pide que la flota española se reintegre al caladero marroquí mientras duren las negociaciones con Marruecos. Asimismo pide que se proponga a la UE que las ayudas destinadas a paliar los perjuicios ocasionados por este paro se detraigan de las cantidades que correspondería abonar a Marruecos por el uso de sus caladeros.
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