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El cáncer de pulmón subió un 20% en España paralelamente al consumo de tabaco

La UE gasta más en apoyar la industria tabaquera que en prevenir su coste sanitario

Paralelamente al aumento del consumo de tabaco, ha ido creciendo el número de muertes por cáncer de pulmón en España. La cifra se ha disparado un 20% desde los años 50 y hoy presenta un saldo de 13.000 fallcimientos anuales sólo por este tumor. Los epidemiólogos responsabilizan a esta adicción del 40% de todas las causas de muerte. La reflexión que hoy plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Día Mundial sin Tabaco es la dificultad para convencer a la población cuando los Estados invierten más en la producción de tabaco que en prevenir sus efectos.

No podía haber sido más inoportuno el presidente de Tabacalera, Pedro Pérez, para hacer un alegato a favor del consumo "moderado" de cigarrillos. Apenas una semana antes del Día Mundial sin Tabaco, cuan do la OMS recuerda los etectos negativos de este producto, considerado en su informe "un peligro de acción lenta y más adictivo que la heroína, cocaína, marihuana o alcohol"."El tabaco es más caro de lo que se cree" es el lema elegido este año. En vidas cuesta cada año tres millones de muertes en todo el mundo -30 millones en la próxima década-. En el frío tapete de los números, la sociedad paga en perjuicios cien veces más de lo que ganan las grandes industrias tabaqueras (2.000 millones de dólares). La disculpa de los puestos de trabajo es esgrimida por países productores y por la Unión Europea, que dedica una media diaria de 500 millones de pese tas a subvencionar el sector. La OMS replica invitando a dedicar este dinero a reconvertir los cultivos. "Desde la óptica de la salud, ya no es lógico abstenerse de luchar contra el tabaquismo para conservar el empleo de quienes lo cultivan, como renunciar a la paz mundial para salvar los empleos de la indus tria armamentista", alega.

Un equipo de empidemiólogos del departamento de Medicina Preventiva de la Universidad Autónoma de Madrid ha comprobado la curva ascen nte paralela que se registra en España entre el consumo de tabaco y las muertes por cáncer pulmonar. "Por cada gramo de aumento en el consumo de tabaco por habitante y día desde 1940 hasta la actualidad se ha producido [tras 15 años de incubación] un aumento del 20% en la mortllidad por cáncer de pulmón", dicen los autores del estudio. Otro informe reciente de la Universidad de Oxford alerta sobre el riesgo para la mujer, ya que, según el mismo, las españolas fuman muy por encima del resto de europeas.

La última Encuesta Nacional de Salud, de 1993, revela que en España fuma un 48% de hombres y un 25% de mujeres, lo que supone una disminución de siete puntos en los varones, frente al aumento de fumadoras, dos puntos, respecto a la anterior de 1987. La Sociedad Española de Epidemiología estima que el tabaco acorta en 23 años la vida de cada fumador.

El problema es cómo con vencer. Ni el mensaje, ni los métodos de intimidación de países anglosajones llegan a los españoles. El 52% considera que "Ia campaña de acoso al fumador en EE UU es exagerada", según la encuesta encarga da este año por el Club de Fumadores para la Tolerancia.

La paradoja del Parkinson y el infarto

Mensajes como el lanzado por el presidente de Tabacalera, sobre la bondad del fumar moderadamente para dolencias como el Parkinson y el Alzheimer, alientan a quienes se resisten a abandonar su adicción. Son los "fumadores disonantes", como los llama el cardiólogo Víctor López García-Aranda, aquéllos que fuman a disgusto sabiendo el daño que se hacen. López, ha denunciado a Pedro Pérez por sus declaraciones. La propia ministra de Sanidad, Ángeles Amador desautorizó ayer, en el Congreso, la "solvencia científica" del presidente de Tabacalera.Trabajos muy puntuales han demostrado que la nicotina, nefasta para la circulación, mejora, sin embargo, la transmisión neuronal, problema fundamental en enfermedades degenerativas del sistema nervioso. Hay algo más sorprendente todavía: otro reciente estudio internacional indica que los fumadores que sufren un infarto se mueren menos que los no fumadores en la unidad coronaria. "Para analizar esta cuestión hay que reconocer primero que hay muchísimos más infartos entre los fumadores luego no es una disculpa para seguir fumando", dice Víctor López. Una primera explicación que barajan los médicos es que los fumadores padecen el colapso por trombos y no por rotura total de la placa de ateroma como en aquéllos cuyo factor de riesgo es el exceso de colesterol. Para los primeros hay fármacos con buenísimos resulta dos en las unidades coronarias", dice.

La segunda radica en que los fumadores "se mueren más de forma súbita y no llegan al hospital", afirma el cardiólogo, quien insiste que en estos temas "no se puede tomar el rábano por las hojas".

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