TISA desarrolla su negocio de telefonía móvil, celular y televisión por cable en América Latina

Telefónica Internacional (TISA) se ha convertido en tan sólo cuatro años en el operador más competitivo de América Latina y parece haber desplazado sin demasiado esfuerzo a las grandes sociedades norteamericanas. Sin embargo, todavía en 1990 era una filial de Telefónica de España sin proyecto empresarial, orientada a organizar ferias y salones de comunicaciones. Hoy tiene unos beneficios de 24.000 millones anuales y controla inversiones en nueve países.

En 1990, TISA era una red burocrática más, controlada en este caso por el cuerpo de Técnicos Comerciales. Su desmotivado funcionamiento, propio de un departamento con tareas administrativas, producía unas pérdidas de unos 600 millones de pesetas.Hoy, Telefónica Internacional presenta unos beneficios de 24.000 millones de pesetas, es quizá la primera multinacional española desde cualquier punto de vista, controla un imperio empresarial en Suramérica con rentabilidades muy elevadas des pués de competir con empresas norteamericanas y adjudicarse e lmercado en casi todas las ocasiones y la plantilla, unas 70 personas, no presenta aumentos. delirantes.¿Donde están las claves de una transformación tan radical? El primer paso consistió en cambiar los objetivos de la compañía y encaminarla hacia oportunidades de negocio en cualquier parte del mundo. Si, finalmente, los negocios se han concentrado en Latinoamérica es porque en aquella zona "las privatizaciones no eran meramente financieras e iban acompañadas de responsabilidades de gestión". La cadena de privatizaciones en el Caribe y el Cono Sur permitió a TISA desarrollar lo que en términos coloquiales se conoce como tecnología de la zanja, es decir, la capacidad para instalar líneas telefónicas abriendo en canal las calles de países con menos de 12 teléfonos por cada 100 habitantes.

Con el apoyo de la matriz, TISA desarrolló otra estrategia financiero-empresarial que, por lo visto, resulta muy eficaz: acudir a los concursos de privatización de cada país en estrecha alianza con socios locales. En algunos casos, el socio local es el propio Estado. De esta forma, aunque TISA controla generalmente la gestión (es el caso de Argentina, Chile, Puerto Rico, Perú), los riesgos financieros y las exigencias de inversión quedan reducidos al porcentaje de participación en cada caso.

Esta fórmula va acompañada de casi siempre de un modus operandi industrial muy similar. TISA suele iniciar sus tareas, tras ganar los concursos de privatización, con la instalación de líneas telefónicas y de teléfonos públicos. A partir de esta actividad inicial, desarrolla actividades -si es posible- de televisión por cable, telefonía móvil y celular, páginas amarillas.