La sequía provoca la peor cosecha cerealista de los últimos 25 años

La producción total de cereales para esta campaña se situará entre 12 y 13 millones de toneladas, según estimaciones realizadas por la Asociación de Comerciantes de Cereales. Esta cantidad representa la producción más baja de los últimos 25 años y va a provocar elevados precios en los mercados nacionales, así como unas altas importaciones. de productos sustitutivos como la mandioca, el gluten de maíz y los derivados de soja. La cosecha cerealista más alta fue la de, 1988, con 23,8 millones de toneladas.

El inicio de la campaña de recolección de trigo duro en Andalucía ha empezado a revelar el catastrófico año que se avecina para el cereal. En Huelva, por ejemplo, se están registrando unos rendimientos por hectárea inferiores a los 1.000 kilos y, además, de baja caridad, lo cual hace presagiar la necesidad de realizar importaciones de esta materia prima. En otras zonas andaluzas más frescas, como Córdoba, se esperan también unos bajos rendimientos.El caso andaluz no es una excepción. En miles de explotaciones de Extremadura y Castilla La Mancha no va a ser necesaria la recolección. Los agricultores han optado por empacar el cultivo para su aprovechamiento como heno, ante la imposibilidad de recogerlo en grano. Incluso en las fincas que tenían suscrita póliza en el seguro integral de cereales, Agroseguro ha autorizado la siega en verde.Las explotaciones ganaderas se disputan la paja en esas zonas con precios por kilo de hasta doce pesetas.

Mientras, el Ministerio de Agricultura espera tener una primera evaluación de esas cosechas en las próximas semanas. Por lo tanto, aún no hay cifras oficiales, aunque en Agricultura se coincide con el sector en las malas previsiones, especialmente en Andalucía. Para Pedro Menchero, responsable técnico de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), las estimaciones de producción se cifran en torno a los 10 millones de toneladas en producciones de invierno, a las que se sumarían las producciones de maíz y arroz para alcanzar un total inferior a los 13 millones de toneladas.

Según la Asociación de Comerciantes de Cereales, la cosecha esperada en trigo duro será de unas 500.000 toneladas, a la que se sumarán menos de tres millones de toneladas de trigo blando. En cebada, las previsiones apuntan a una cosecha próxima a los seis millones de toneladas, a las que se añadirán 275.000 toneladas de avena; 200.000 toneladas de centeno y 60.000 toneladas de triticale. Las producciones de maíz y arroz también se esperan bajas, ante la falta de agua en la mitad sur. Más al norte, todavía no se han acabado las siembras. Las malas previsiones de la cosecha actual, junto a la baja producción de la campana anterior, han provocado durante todo el año una situación de precios alcistas, contra la que no han sido suficientes las medidas oficiales. La Administración dejó los silos vacíos, con una ventas en -torno a 1,1 millones de toneladas de cebada y centeno. En las últimas semanas se han aprobado las importaciones a precios reducidos de 700.000 toneladas de maíz estadounidense y 150.000 toneladas de sorgo. En este momento está abierta la licitación para comprar en Alemania 300.000 toneladas de cebada y 100.000 toneladas de centeno que, probablemente, serán adquiridas por grupos multinacionales para su posterior venta a los ganaderos.

Ante esta situación de las cosechas, se espera que este año aumenten aún más las importaciones de productos sustitutivos baratos para la ganadería.