Las estaciones europeas de alta velocidad serán avenidas o parques

Un equipo español formado por el ingeniero Javier Bustinduy, el diseñador Alberto Corazón, el arquitecto Francisco Longoria y el antropólogo Josechu Mazariegos ha ganado el concurso internacional de ideas sobre la estación futura de la red europeade alta velocidad, convocado por las direcciones generales de Transportes, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Unión Europea (UE). En lugar de la estación catedral y de las grandes estructuras propone avenidas o parques en el centro histórico de las ciudades.

Un total de 300 equipos multidisciplinares de 15 países de Europa y Estados Unidos acudieron a la convocatoria de la Unión Europea, con el asesoramiento de la Unión Internacional de Ferrocarriles, de un concurso de ideas para "inventar" la estación futura de la red europea de alta velocidad. El jurado concedió por unanimidad, entre 10 finalistas, el gran premio a Bustinduy, Corazón, Longoria y Mazariegos. Este equipo había trabajado con anterioridad en la reforma de las estaciones y trenes del Metro de Madrid y en las redes de cercanías de Renfe.En el concurso, este equipo se ha enfrentado a firmas internacionales que han intervenido en grandes proyectos, como el túnel bajo el canal de la Mancha, y oficinas especializadas en transportes. El premio es de 15.000 ecus (2,4 millones de pesetas) y durante este año se presentará el proyecto en las 29 ciudades de la red de alta velocidad. España, además de Madrid, Sevilla, Córdoba y Ciudad Real, incorpora Zaragoza, Barcelona y Girona.

"La estación tipo catedral, como la de Atocha, de Madrid, es un modelo del pasado, ineficaz y extremadamente costoso", declaró ayer Alberto Corazón. La respuesta del equipo es un prototipo mínimo que une el tejido urbano de los centros de las, ciudades frente a las heridas abiertas con los grandes edificios, en hierro desde las máquinas de vapor o de hormigón en las últimas realizaciones.

Hasta llegar al prototipo, el equipo se preguntó sobre el sentido actual de las estaciones y los andenes, con las transformaciones que ha impuesto el tren de alta velocidad, que no requiere grandes contenedores y ha suprimido las despedidas. "El lenguaje de la alta velocidad está más cerca del avión que del ferrocarril".

Las intervenciones "pequeñas, razonables y amables" en el centro urbano se unieron a conceptos como el acceso directo a los coches a través de ascensores o fingers. El equipo tituló su propuesta como Avenue y pretende que las futuras estaciones sean grandes avenidas o parques. "Un tren de alta velocidad ocupa el paseo de Recoletos de Madrid. El viajero podrá acceder por un chiringuito que se llame Café Gijón, como si se fuese el metro".

Esta estación urbana, una avenida-estación peatonal, tiene en su superficie unos núcleos para acceder a cada coche del tren, situado de forma subterránea. Alrededor de estos núcleos hay cafés o bancos, en donde se reúnen los viajeros de cada coche, entre 30 y 40 viajeros.

Los autores consideran que han realizado un prototipo muy versátil que se puede adaptar a la identidad cultural de cada ciudad. En el concurso han adaptado la actual. estación de Zaragoza y proponen para Estrasburgo una solución de puente, más simbólico, para unir Francia y Alemania, con un doble nivel, un ponte vecchio del siglo XXI.