Borís YeItsin advierte a los aliados contra la tentación de aislar a Rusia

El presidente ruso, Borís Yeltsin, aprovechó ayer la emotiva ceremonia celebrada en el Kremlin para conmemorar el 50o aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi para llamar a un nuevo modelo de seguridad mundial y advertir a Occidente contra cualquier tentación de aislar a su país. La fiesta en Moscú prevista para hoy, con asistencia de más de 50 líderes mundiales, se ve empañada por la guerra de Chechenia, donde las tropas rusas aún libran escaramuzas con la guerrilla independentista.

El presidente ruso reiteró su oposición a la ampliación de la OTAN a los países del Este europeo y subrayó que la consolidación de las nuevas relaciones interestatales "dependerá en sumo grado de cómo se supera la herencia política de la guerra fría". Para YeItsin, "los dirigentes de hoy en dia deben sacar una lección de política internacional del siglo XX: ladiscriminación y el aislamiento en bloques político-militares tarde o temprano estallaron en guerras o nos llevaron al borde del abismo nuclear".El líder ruso insistió en que "los mecanismos político-militares, creados en las viejas condiciones y con fines concretos, no son capaces de resolver los problemas actuales", y abogó por un nuevo modelo de seguridad mundial "basado en la confianza y la cooperación equitativa y no en el enfrentamiento político".

Yeltsin también se refirió en su discurso al surgimiento del fascismo y el nacionalismo en la Rusia actual, fenómeno que atribuyó a la pésima situación socioecónomica que atraviesa el país, a la que equiparó a la de Alemania en los años 30, y declaró su compromiso de "limpiar esa peste de Rusia para siempre".

En Chechenia, el número de víctimas rusas ha ido en aumento, pese a la moratoria unilateral declarada por el presidente ruso para que no se eche a perder la fiesta de aniversario preparada por todo lo alto en Moscú. En la noche del domingo al lunes, las bajas en Chechenia fueron 38 muertos (33 guerrilleros chechenos y 5 soldados rusos) y,30 soldados heridos, según el centro de información de las tropas moscovitas.

Sorprendentemente, las estadísticas oficiales, suministradas el pasado fin de semana por el ministro de Defensa, Pável Grachov, han reducido el número. de bajas rusas. Ahora totalizan 1.375 muertos y 3.872 heridos. A fecha del 10 de abril, éstas se cifraban en 1.721 soldados muertos y 6.301 heridos, además de 336 desaparecidos, incluidos los prisioneros, según Dmitri Volkogónov, jefe de la comisión rusa sobre prisioneros de guerra, internados y desaparecidos.

. En la II Guerra Mundial, Rusia perdió algo más de 26 millones y medio de personas, entre militares y civiles, según los "últirnos datos precisados", pero "no definitivos" suministrados ayer por Yeltsin en un acto en el Kremlin, durante el cual destacó "el gran mérito" de Stalin y los líderes del Reino Unido, EE UU y Francia en la creación de una coalición antifascista. Yeltsin, sin embargo, condenó la represión estalinista y recordó a los soviéticos que, tras haber estado en los campos de concentración nazi, fueron a parar al gulag estalinista a su regreso a la patria. Más de 50 dirigentes occidentales participan en los festejos de hoy en Moscú, donde se han tomado intensas medidas de seguridad. A su llegada a Moscú el presidente del Gobierno español, Felipe González, declaró que su presencia en los actos conmemorativos en Moscú pone de relieve "el proceso de integración de España en el destino de Europa", informa González no asistirá al desfile militar hoy del Ejército ruso porque comparte la reserva de toda la Unión Europea sobre la actuación de Moscú en Chechenia que sigue "con preocupación". El canciller alemán, Helmut Kohl, tendrá un programa aparte, que incluye la ofrenda de flores en las tumbas de prisioneros de guerra alemanes de la II Guerra Mundial.