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Un miembro de la gendarmería argentina revela uso de perros en las torturas a los detenidos

Juan Jesús Aznárez

JUAN JESÚS AZNÁREZ Descartada jurídicamente la posibilidad de nuevo procesamiento de las juntas militares, la Iglesia católica prepara su acto de contrición, la Marina puede adelantar el suyo, guarda silencio el cuerpo médico y la galería de horrores argentina incorpora día tras día nuevos y escalofriantes testimonios. Federico Talavera, miembro de la Gendarmería Nacional durante la dictadura militar, presenció interrogatorios donde se emplearon perros de guerra adiestrados para morder los genitales de las personas detenidas en El Olimpo y Campo de Mayo. Algunos, los perdieron.

Frenética y apasionada prosigue la ininterrumpida sucesión de declaraciones, confesiones y señalamientos que siguieron al trascendental pronunciamiento del teniente general Martín Antonio Balza, jefe del Ejército de Tierra argentino, admitiendo las responsabilidades institucionales de la Fuerzas Armadas por los excesos y vulneración de los reglamentos militares observados durante el régimen de los comandantes y años previos al golpe cuartelero de 1976.El almirante Enrique Molina Pico considera la posibilidad de no esperar hasta el 17 de mayo para exponer públicamente la postura del arma sobre el brutal comportamiento de sus unidades en la represión de la violencia y terrorismo guerrillero de los años setenta. El jefe de la Fuerza Aérea, Juan Paulik, lo hará el miércoles y los marinos no desean quedar descolgados en esta pública y controvertida admisión de culpas.

Raúl Alfonsín, por su parte, acusó al presidente Carlos Menem de nula preocupación por los derechos humanos y de colocar "una cortina de humo con su habitual inescrupulosidad" cuando aludió a la posible derogación de las leyes de obediencia dictadas por el ex presidente radical.

El papel de la Iglesia

Dentro de la Iglesia, el obispo de Santiago del Estero, monseñor Gerardo Sueldo, confirmó que en la jerarquía católica existe un vivo debate sobre el diferente desempeño de nuncios, prelados y religiosos durante el periodo más triste de la historia nacional contemporánea.

Algunos sacerdotes murieron en la sala de torturas y otros, en mayor número, asistieron espiritualmente a quienes empleaban la picana o' empujaban a detenidos al océano en nombre de la civilización cristiana. Algunos obispos fueron cómplices de la represión, otros se acobardaron y los hubo que denunciaron las tropelías. "El Papa expresa que la Iglesia, por los pecados de sus miembros, no sólo debe hacer un examen de conciencia, sino que debe pedir perdón", declaró Gerardo Sueldo en una conferencia de prensa. Este obispo precisó que "hablará cada uno de los miembros de la Iglesia, que verán en qué medida han estado implicados. La conversión y el arrepentimiento es algo personal y libre".

No todos están arrepentidos, o incluso acusan al general Martín Balza de faltar a la verdad. Uno de ellos es el general retirado Antonio Bussi, actual diputado y candidato a gobernador de la provincia de Tucumán por el movimiento Fuerza Republicana, que niega por completo que se produjeran atentados contra la dignidad de los detenidos.

"Yo creo que ni aquí ni en ninguna parte del territorio nacional se cometieron torturas. A mí no me consta. Habrá que preguntarle a Balza dónde, cuándo y cómo vio las torturas". Bussi, cuya activa participación en la lucha antiguerrillera denunciaron como brutal varios de sus deudos, subrayó que las declaraciones del jefe del Ejército corren por su cuenta y no representan el sentir de todos los militares.

"Yo no sé dónde habrá estado él entonces, pero aquí en Tucumán se cumplieron fielmente las órdenes expresa y personalmente impartidas por la presidenta María Estela Martínez de Perón, que se llevaron a cabo conforme a las reglas". Bussi, en coincidencia con otros mandos, se escudó en la devoción para rechazar imputaciones de excesos carcelarios cometidos bajo sus órdenes. "Porque eso es anticristiano, antirreligioso, y yo soy un ferviente católico".

Otro general , también retirado, Luciano Benjamín Menéndez, agregó que Balza olvida "el hecho de que Argentina sufrió la agresión del comunismo internacional por la vía de la guerra revolucionaria". "¿Qué hubiera pasado acá si en lugar de ganar la nación hubieran ganado Santucho o Firmenich [dirigentes guerrilleros]? Ahora seríamos comunistas".

"Sabían qué morder, iban a los genitales"

"Fue horrible, una cosa espantosa", recordó, visiblemente alterado, Federico Talavera. "Yo presencié torturas con perros adiestrados que sabían dónde morder y qué morder, que iban directamente a los genitales de los torturados". Talavera asegura que su presencia fue casual y no pudo evitar la bestial tortura. "Vi a un hombre que fue mordido, el perro le mordió hasta que le arrancó los genitales".Talavera evocó también el momento en que condujo hacia los vuelos de la muerte a una joven con un embarazo de ocho meses y medio. "En el último viaje de detenidos que se hizo a Aeroparque [terminal de vuelos nacionales situada en el centro de Buenos Aires] me tocó llevar a una mujer embarazada que iba a ser lanzada del avión. Estaba a punto de dar a luz. A esa chica sí que logré identificarla porque en una oportunidad hizo un llamado telefónico".

Marta Vaccaro viajó hacia el fondo del océano el 6 de diciembre de 1978. Le acompañaba su esposo, Hernando Deria. Ambos eran miembros de la Secretaría Política Nacional de los Montoneros y fueron secuestrados el 28 de noviembre de aquel año por la Fuerza de Tareas Especiales del I Cuerpo de Ejército. "Faltaban horas. Fue algo que me tocó muy en el fondo. Era una persona que estaba por dar a luz y en ese momento se sabía qué iba a pasar. Fue realmenmte terrible".

El caso de Marta Vaccaro parece ser el único en que una detenida encinta fuera asesinada, ya que generalmente se esperaba hasta el parto para quedarse los captores con la criatura.

Las Abuelas de Plaza de Mayo acudirán a la justicia para recabar el destino de "centenares de niños nacidos en campos de concentración", informó la presidenta del organismo, Estela de Carlotto. "Escuchamos las declaraciones de [del general Martín] Balza con mucha expectativa y creemos que es un paso positivo que nos abre la posibilidad de esclarecer la situación".

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