_
_
_
_

La ONU rebaja a 2.000 el numero de hutus muertos en el campo ruandes de Kibeho

, Sólo la muerte parece capaz de unir a los tutsis y a los hutus de Ruanda. El sábado, la misma iglesia de Kibeho, al suroeste del país, donde centenares de tutsis fueron aniquilados hace un año sirvió el domingo de refugio y campo de muerte de hutus aterrorizados que huían de las balas, las bayonetas y los morteros del Ejército Patriótico Ruandés. Tras las protestas del Gobierno de Kigali, la Misión de las Naciones Unidas de Asistencia a Ruanda (Minuar) rectificó ayer las cifras iniciales sobre la matanza del sábado.Pasteur Bizimungu, el hutu moderado llevado a la presidencia del país centroafricano tras la victoria de la guerrilla tutsi el pasado mes de julio, visitó ayer el campo de Kibeho y aseguró que "la gente en el campamento tenía armas y era violenta". Para Bizimungu, que intenta limitar el daño que la matanza ha causado a la imagen de su Gobierno en el exterior, no más de 300 personas perdieron la vida.

La Minuar -cuyos hombres fueron incapaces de impedir la matanza, pero sensible a las protestas del Gobierno de Kigali- rebajó la cifra inicial de más de 5.000 muertos y la dejó en 2.000, aunque miembros del equipo médico australiano que trabajan para los cascos azules y que visitaron el campo el domingo insistieron en que habían contado 4.000 cadáveres. Un colaborador, alemán del equipo de Cáritas que presenció la matanza elevó a unos 8.000 el número de fallecidos. "Los soldados hacían fuego sobre la multitud y se reían", afirmó en una conversación telefónica con Cáritas Internacional. Esta organización advierte del peligro de actuaciones similares en otros campos de desplazados.

Para evitar nuevas disensiones y el recuento de víctimas por las organizaciones internacionales, el Ejército ruandés se apresuró ayer a concluir la inhumación de los cadáveres. Unos 5.000 amedrentados hutus, supervivientes de la matanza de Kibeho, se hacinaban en el estadio de Butare, unos 80 kilómetros al sur de Kigali en espera de un incierto destino.

Críticas y apoyos

El Reino Unido el tercer país en cuanto a la ayuda que recibe el Gobierno ruandés, pareció prestar ayer crédito a las autoridades de Kigali. Lynda Chalker, encargada del Departamento de Desarrollo Ultramarino, respaldó la política de cerrar los campos de desplazados. "Estos campos están llenos de extremistas hutus armados que aprovechan la noche para aterrorizar las aldeas donde se ha instalado la gente que ha vuelto".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En cualquier caso, el pesar y las, críticas a la labor de la ONU en Ruanda y en la vecina Burundi -donde las muertes de tutsis y hutus a manos de radicales de ambos bandos continúan- no se han hecho esperar. El Gobierno noruego instó a que la comunidad internacional contribuyera de forma decidida a estabilizar la situación en las dos antiguas colonias belgas. Bélgica ha calificado la matanza de "brutal e incontrolada". La Comisión Europea estudiará hoy modificar la ayuda humanitaria de urgencia concedida a Ruanda, que en 1994 ascendió a más de 33.000 millones de pesetas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_