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González anuncia que los presupuestos de 1996 serán los más austeros de la etapa socialista

El Gobierno ha iniciado una cruzada para transmitir a los mercados sus intenciones de cumplir con la reducción del déficit público asumido en el plan de convergencia. El presidente del Gobierno, Felipe González, dijo ayer que los presupuestos de 1996 serán los más austeros de la etapa sociansta. Poco antes, Pedro Solbes, ministro Economía, había reiterado que el objetivo es cumplir con el compromiso de tener un déficit del 3% del PIB en 1997 (en 1995, del5,9% del PIB y 1996 con el 4,4%), lo que es irrenunciable. Economía hará el principal recorte en gastos fiscales en IRPF, sociedades e IVA y transferencias a empresas y familias, que, en total, suman seis billones en 1995.

Felipe González negó la posibilidad de introducir en la legislación laboral el contrato indefinido con indemnización pactada como ha pedido Convergència i Unió y reclama una parte del empresariado.Las declaraciones del presidente y del titular de Economía se hicieron durante la jornada sobre economía española y su relación con la Unión Europea organizada por el Grupo Parlamentario Socialista. También asistieron otros representantes del Gobierno, empresarios, analistas económicos y representantes de organizaciones sindicales. González, en un almuerzo restringido con parte de los asistentes, reiteró la necesidad de hacer unos presupuestos para 1996 acordes con el plan de convergencia, presupuestos de los que dijo que serán "serán muy duros, muy austeros, los más restrictivos de los últimos 13 años [etapa socialista] en relación con la potencialidad de la economía".

El ministro de Economía ya había descrito las líneas generales de la situación económica actual y lo que piensan hacer en el futuro. Solbes dejó claro que el objetivo esencial es reducir el déficit a los niveles recogidos en el programa de convergencia: 4,4% en 1996 y 3% en 1997, "lo que exigirá un esfuerzo importante". Para ello, añadió Solbes, "todas las partidas, incluso las fiscales y salvo las sociales, están en revisión y el objetivo es que el total del gasto público no debería variar básicamente, en términos nominales, respecto al de 1994".

Enriq ue Martínez Robles, secretario de Estado de Hacienda, cifró en 800.000 millones de pesetas el menor gasto público que debe tener lugar en 1996 para alcanzar la reducción del déficit prevista. Y Alfredo Pastor, secretario de Estado de Economía, identificó las principales partidas de las que debe salir el ajuste de 1996 y 1997: "Hay seis billones de pesetas de ayudas públicas en los presupuestos de 1995: dos billones corresponden a gastos fiscales en IRPF, sociedades e IVA; los otros cuatro billones son transferencias a empresas y famiflas". De ahí es de donde se pretende recortar el gasto el próximo año.

Pedro Solbes, que dijo que reducir el déficit era difícil pero posible, no se mostró tan optimista en las cuestiones referidas a la inflación. Solbes aparcó definitivamente el objetivo de acabar el año con un 3,5% de inflación al señalar que "esperaba que los precios se sitúen al final más cerca del 3,5% que del 5,1 % actual". Algo cercano al 4% sería bien visto por las autoridades económicas.

Moderación salarial

Pero la subida de precios, dijo Solbes, no debería traducirse en subidas salariales mayores para todos los trabajadores. El Ministro añadió que, igual que es distinta la situación por sectores y por empresas, se debería tender a diferenciar las subidas salariales de forma que "se pueda producir subidas mayores en las empresas que vayan mejor".

La moderación salarial fue uno de los temas tratados en la comida que el presidente del Gobierno tuvo con parte de los asistentes a las jornadas. Pedro Díaz Chavero, secretario de acción institucional de UGT, se preguntó hasta dónde podían seguir manteniendo los sindicatos la moderación salarial si ésta no se traducía en una mayor creación de empleo.

El grupo catalán ha propuesto en el Senado fijar la cuantía mínima del delito fiscal en el 15% de la deuda tributaria, siempre que se superen los 15 millones, según informó el portavoz adjunto de CiU, Josep Sanchez Llibre. A esta enmienda se han unido PNV. El PSOE ya anunció que lo apoyaría si lo proponía otro grupo. El PP no presentará enmiendas para que haya consenso.

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