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Ken Loach recuerda que Carrillo llamó fascistas a sus compañeros trotskistas

El ex líder del PCE insiste en que al cineasta se le ha ido la mano en 'Tierra y libertad'

El director británico Ken Loach acusó ayer a Santiago Carrillo, ex secretario, general del Partido Comunista de España, de haber olvidado que "llamó fascistas a sus compañeros". Loach dijo esta frase durante la presentación en Barcelona de su última película, Tierra y libertad, en la que se relatan IOS enfrentamientos entre los comunistas estalinistas del PCE y los militantes del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), comunista de orientación trotskista. Carrillo insistió ayer en que a Loach se le ha ido la mano "y ha tratado a los republicanos como a un estalinista". En su opinión, la película desfigura, al narrar las divisiones republicanas, el espíritu de la verdadera lucha antifascista.

"Estoy contento de que Carrillo haya escrito un artículo en contra de mi película, porque eso demuestra que los comunistas [por el PCE] no han aprendido nada en 60 años-, dice Loach refiriéndose al texto que el ex secretario general del Partido Comunista Español publicó ayer en EL PAÍS. Ken Loach defiende su derecho a escribir la historia. "Es importante que la historia sea escrita por nosotros, porque quien escribe la historia controla el presente", comenta el cineasta.Sobre si tiene sentido hoy hacer una crítica dura al comunismo que ya ha muerto, el director británico afirma que aunque los partidos estalinistas hayan muerto, su espíritu todavía pervive. "Si en la película hubiera querido sólo criticar el estalinismo, no me hubiera hecho falta recurrir a la guerra civil española. En mi país hay argumentos suficientes para hacer esta crítica".

Por su parte, Santiago Carrillo manifestó ayer a EL PAÍS que se negará a opinar sobre la película en una cadena de televisión que se lo ha solicitado. "No tengo el menor interés en meterme en berenjenales", precisó Carrillo, quien no niega la acusación de Loach de haber llamado fascistas a los trotskistas teniendo en cuenta el contexto histórico.

"Cuando el levantamiento del 37 en Barcelona", explica el veterano político, "promovido por el POUM y por un sector de. la CNT, la versión que muchos tuvieron en un principio es que había sido promovido por lo franquistas. En plena guerra, un levantamiento contra el Gobierno de la República, le guste o no a Loach, era una forma de ayudar a los que estaban enfrente, abrir un segundo frente a la República

"Hay, evidentemente, en ese periodo de la guerra, un factor que complicó las cosas en el campo republicano, que fue la introducción, por parte de Stalin, del antitrotskismo en España", añade. "Fue muy negativo y para los historiadores es un objeto de atención y de crítica, pero me parece que el director del filme ha desorbitado el planteamiento y lo ha sacado de su cuadro real".

"Muchos comunistas y antifranquistas", concluye Carrillo, "habían creído en la propaganda estalinista contra Trotski, y si no se tiene en cuenta la situación real de aquella época parece extraordinario el que yo pudiera llamar fascistas a los trotskistas. Pero muchos combatientes republicanos sencillos tuvieron en ese momento tal opinión, que fue superada cuando se conocieron los crímenes de Stalin y se tuvo una perspectiva más objetiva de lo que había sido el enfrentamiento de Stalin y de Trotski".

Mayo del 37

Los enfrentamientos entre los estalinistas del PCE-PSUC con los trotskistas del POUM y los anarquistas llegaron a su punto álgido en mayo de 1937. Ese mes, Barcelona fue escenario de enfrentamientos armados en la retaguardia roja, con el objetivo -por parte del Gobierno republicano- de desarmar a las milicias organizadas por el POUM y la CNT-FAI y unificar el Ejército republicano.

Estos enfrentamientos fueron utilizados por los estalinistas para saldar cuentas con los trotskistas. Como consecuencia de esta represión, paralela a la de Stalin en la URSS contra la oposición, fue secuestrado y asesinado el secretario general y líder del POUM, Andreu Nin. El POUM fue disuelto, y sus militantes acabaron muertos, encarcelados o en la clandestinidad en territorio republicano.

George Orwell fue testigo directo de los hechos, que describe en su mundialmente célebre Homenaje a Cataluña.

Crítica de Tierra y libertad en la página 44

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