Un espacio sin pasaporte

Sin control. "Las fronteras interiores [entre los siete] podrán cruzarse en cualquier lugar sin que se realice control alguno de las personas" (artículo 2). La abolición de controles será completa al final del período transitorio iniciado ayer: dentro de tres meses. No hay que exhibir pasaporte ni Documento Nacional de Indentidad.

Fronteras exteriores. Controles reforzados. Los nuevos aeropuertos distinguen los flujos Schengen, tratados como vuelos internos; los de países comunitarios no Schengen; y él resto. El control se realiza según la procedencia, no según la nacionalidad.

Visados. Los ciudadanos de terceros países podrán obtener un único visado de corta duración (tres meses) para circular por los siete países miembros. El de larga duración lo expide cada país y permite atravesar todo Schengen para dirigirse al país que lo concedió. Los extranjeros residentes en uno de los siete países también pueden circular libremente durante tres meses.

Drogas. Los viajeros tratados con fármacos en los que hay estupefacientes podrán viajar por todo el espacio Schengen durante un mes, con un certificado médico.

Miembros. Además de los siete, forman parte de Schengen Italia y Grecia, que se unirán cuando tengan su sistema informático a punto. Austria firmará el próximo abril. Dinamarca, Suecia y Finlandia aspiran a entrar, junto con Noruega (que incumple un requisito: no es miembro de la Unión Europea). El Reino Unido no muestra interés en esta libertad, al menos de momento.