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Vertidos sin control

Según los propietarios de talleres, los más sucios problemas ecológicos los ocasionan los conductores domingueros que aprovechan la salida al campo para cambiar ellos mismos el lubricante y tirar el usado en la tierra o en la alcantarilla más cercana.

En 1994, la AMA pilló in fraganti a 74 madrileños ensuciando el campo con el vertido del aceite de sus motores. Se les impuso una multa de 25.000 pesetas. Para faltas de mayor gravedad, la ley básica de vertidos tóxicos y peligros contempla multas de hasta 100 millones de pesetas.

Más información
Los talleres deberán tener un depósito homologado para los cambios de aceite
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