Clinton acepta reunirse en mayo con Yeltsin
El presidente norteamericano, Bill Clinton, decidió ayer,. después de varios meses de dudas que viajara a Moscú el próximo mes de mayo para participar en la celebración de la victoria aliada contra los nazis y para asistir a la cumbre semestral con su homólogo ruso, BorísYeltsinLa decisión, largamente aplazada por las diferencias entre ambos países en relación con la crisis de Chechenia y la ampliación de la OTAN, libra a Yeltsin de un embarazoso desplante y evita lo que podía haber sido. un delicado momento de tensión entre las dos principales potencias.
Bill Clinton optó por aceptar la invitación rusa después de que Yeltsin le prometiera que reducirá al mínimo posible los actos militares previstos en Moscú con ocasión del 50 aniversario de la liberación de Europa. La Administración norteamericana temía que la presencia de Clinton en actividades marcadamente castrenses podría ser interpretada como un respaldo a la intervención rusa en Chechenia, donde el Gobierno ruso ha sido acusado de excederse en el uso de la fuerza.Ampliación de la OTAN
Funcionarios norteamericanos habían expresado también su preocupación ante el riesgo de que la cumbre entre Clinton y Yeltlin fracase por las discrepancias sobre la posible incorporación a la OTAN. de algunos antiguos miembros del Pacto de Varsovia. Yeltsin considera que la extensión de las fronteras de la Alianza Atlántica. significaría una amenaza para Rusia y podría reproducir la política de bloques, superada tras el fin de la guerra fría.
Clinton pretende llegar a un acuerdo con Moscú antes de decidir sobre la ampliación de la OTAN, pero está sometido a una fuerte presión por parte del Congreso norteamericano para contestar rápida y afirmativamente a los países que han pedido su incorporación al sistema de seguridad occidental.
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, se reunirá mañana en Ginebra con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Andréi Kózirev, para tratar de acercar posiciones sobre ese asunto.
La Administración norteamericana es partidaria de, ofrecer garantías a Rusia de que la ampliación de la OTAN no supone un peligro para ese país, pero no quiere convertir esa garantía en un tratado que le de a Moscú derecho a vetar futuras incorporaciones a la Alianza Atlántica. La Unión Europea se mostró el pasado fin de semana partidaria de firmar un acuerdo de no agresión con Rusia para vencer los obstáculos a la ampliación, pero ese acuerdo parece ir más lejos de lo que Washington está dispuesto a aceptar.
Estados Unidos había ofrecido a Rusia como contrapartida, su incorporación a la Asociación. Para la Paz, pero Moscú se resiste a sumarse formalmente a esa estructura hasta que se resuelvan las diferencias sobre la ampliación de la OTAN.
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