La 'tele' como recurso para la prevención

Un niño de 13 años de una clase de séptimo de EGB del colegio Nuestra Señora del Lucero, en Madrid, oficia de periodista y pregunta a otro, que se hace pasar por Felipe González, si piensa dimitir. "No, nunca", dice categórico el joven presidente, "todavía hago falta". No es una obra de teatro. Es una de las actividades de un novedoso plan pensado por un grupo de psicólogos y trabajadores sociales de Madrid (Intermedia) que, desde el curso pasado, trata de alejar, con nuevas ideas a los niños y a los adolescentes de un instituto y de cuatro colegios de la capital del tabaco, el alcohol y el hachís.La relación existente entre jugar a hacer entrevistas, debates, noticias (o psicodramas) y la prevención de drogas la explica José Manuel Robledo Montenegro, psicólogo y responsable del proyecto: "Tratar de alejar a los niños del tabaco y el alcohol a base de hablar de sus malos efectos es contraproducente, ya que en el fondo lo que provoca es alentar su consumo. Aquí, lo que intentamos es estimular ciertas capacidades de los jóvenes para que desarrollen su personalidad" cuenta.

Únete al enemigo

Los psicólogos aplican el viejo refrán de si no puedes con el ene migo únete a él. Así, la solución para no depender mucho de la televisión es conocerla mejor o, por lo menos, estudiarla de cerca o analizarla desde dentro. Para ello nada mejor que grabar programas uno mismo. Esa es la razón de que las clases de séptimo de EGB del colegio Nuestra Se ñora del Lucero se convirtieran, el pasado 14 de enero, en una improvisada redacción de informativos. Armado con una cámara de vídeo, Robledo filma a los ni ños improvisando noticias, narrando crónicas desde el asedio de Grozni o moderando debates. Sucedió en el barrio fue el título de uno de los programas elaborados. Allí se narró un suceso del que fueron testigos.

El programa, financiado por el Ayuntamiento de Madrid, dura un curso entero a razón de una hora de clase a la semana y agrupa a mas de 550 niños que ven esta clase como una asignatura más. Además de abordar los medios de comunicación, se ocupa también de desarrollar la expresión verbal, la influencia de la publicidad y aprender a decir "no" a las drogas.

Todas las clases se organizan en forma de taller, donde los niños actúan de forma activa. Los resultados son difíciles de probar. Resulte o no resulte, lo que es innegable es que los niños se divierten. En cuanto se enteran de que en vez de clase normal hay "prevención" (asi la llaman los estudiantes) saltan de alegría.

"Un niño ve varias horas de televisión al día. Tiene la misma influencia que los profesores. Es inútil negarlo, así que tenemos incorporarla en la educación", dice el psicólogo.