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Alemania impone recortes a la investigación con embriones en la Convención de Bioética

El presidente del comité de expertos del Consejo de Europa dice que es "un desastre"

Milagros Pérez Oliva

Alemania ha echado el resto: el proyecto de Convención de Bioética vuelve el próximo día 2 al plenario del Consejo de Europa con una serie de enmiendas al proyecto original que supondrán, en opinión de Octavi Quintana, presidente del Comité de Bioética nombrado por el propio Consejo para redactar el texto de la convención, "un grave freno para la investigación científica en ámbitos muy importantes de la medicina". Las dos principales restricciones afectan a la investigación en embriones y a la posibilidad de realizar ensayos clínicos en personas incapacitadas.

Octavi Quintana considera que las restricciones impuestas por Alemania impedirán la mayor parte de los ensayos clínicos que ahora se realizan sobre niños y ancianos dementes y también el desarrollo de líneas de investigación muy prometedoras, como el diagnóstico preimplantacional en embriones susceptibles de sufrir dolencias hereditarias.La Convención Europea de Bioética será el primer tratado internacional destinado a regular los límites y criterios que han de regir la investigación científica en el ámbito de la medicina y la biología, con una serie de normas destinadas a proteger el ser humano y su identidad genética. El Comité de Bioética del Consejo de Europa ha reunido en los últimos cuatro años a los principales expertos mundiales, hasta alcanzar un proyecto de convención consensuado. "Es un desastre". Con esta escueta frase resumía ayer Octavi Quintana el criterio del comité sobre el azaroso tramo final de la convención.

Niños y ancianos dementes

El texto, cuyo ponente es el diputado español Marcelo Palacios, fue ya retirado del pleno en que debía aprobarse, en octubre pasado, debido a la contundente reacción con la que el gobierno alemán sorprendió a la opinión pública europea. La ministra de Justicia de Alemania, la democristiana Sabine Leutheuser-Schnarrenberger fue tajante: "Bloquearemos cualquier reglamentación que contravengan los principios de nuestras leyes".

Ante la evidencia de no alcanzar los dos tercios de votos favorables requeridos para su aprobación, Marcelo Palacios optó por retirarlo en busca de un nuevo consenso. Pero el texto vuelve ahora al plenario con unas enmiendas que recogen las principales restricciones requeridas por Alemania.

La primera restricción se refiere al consentimiento de las personas incapaces, que además de los minusválidos psíquicos, incluye a los niños y a los ancianos que han perdido facultades mentales. Además de necesitar el consentimiento de sus tutores, ahora se propone añadir: "Una persona legalmente incapacitada no podrá ser objeto de una investigación médica excepto si su salud resulta de ello directa y considerablemente mejorada".

Este redactado implica, según Octavi Quintana, "que no podrán hacerse, como ahora, ensayos clínicos que tengan como objeto de la experimentación niños, ya que todo ensayo clínico exige que los afectados se dividan en dos grupos: uno al que se administra el medicamento en experimentaci6n, y otro, denominado de control, al que se suministran o bien tratamientos convencionales o bien medicamentos sin efecto terapéutico, precisamente para poder comparar y demostrar el beneficio del nuevo fármaco. Si se aprueban las restricciones alemanas, ningún niño podrá ser incluido en el grupo de control, puesto que no obtiene un beneficio directo de la investigación, y sin grupo de control no hay ensayo clínico".

`Lo mismo sucederá", añade, "en un ámbito tan problemático como el de. las demencias seniles, que cada vez tienen más incidencia. De hecho, la mayoría de los niños y ancianos dementes que participan ahora en los ensayos no obtendrán un beneficio directo de su participación, pues muchas veces se trata de investigaciones a largo plazo".

La otra restricción importante se refiere a los límites de la investigación en embriones humanos. Después de largas discusiones sobre cuándo comienza la vida, el Comité de Bioética llegó a una propuesta de consenso: podrá investigarse en los embriones humanos, pero sólo en la fase anterior a la mórula, es decir, únicamente durante los primeros 14 días. Ahora quiere añadir una nueva restricción: que sólo se permita investigar en los embriones no viables. "Lo cual equivale a suprimir la línea de investigación más importante. Esto impedirá, por ejemplo, desarrollar el diagnóstico preimplantacional, que consiste en investigar enfermedades hereditarias antes de implantar el embrión".

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