Ofensiva diplomática de Latinoamérica y EE UU para impedir la guerra entre Ecuador y Perú
Todavía cuerpo a tierra en la cordillera del Cóndor, acechándose dos ejércitos que refuerzan posiciones en la disputada frontera, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y los cuatro países que avalaron el Protocolo de Río de Janeiro, de 1942 desarrollan una ofensiva diplomática de urgencia para tratar de evitar una guerra entre Ecuador y Perú. El presidente ecuatoriano, Sixto Durán Ballén, declaró el estado de emergencia e instó a la defensa de la patria. Su homólogo peruano, Alberto Fujimori, revistaba ayer a sus tropas asegurando que no dará ni un paso atrás.
Gaviria aterrizó en la base militar Mariscal Sucre y partió a toda prisa hacia el palacio de Carandolet para convencer a Durán Ballén, que ayer denunció un nuevo ataque militar peruano, sobre la necesidad de un inmediato alto el fuego que facilite una solución pacífica de una crisis de antigua data. Idéntica gestión efectuó después ante el presidente de Perú, que afronta el brete a tres meses vistas de las elecciones generales. Pero Fujimori anunció previamente que no acepta esa mediación y que sólo pueden asumir ese papel los países garantes del protocolo de Río. El Consejo de Seguridad suspendió una reunión que pensaba celebrar de urgencia, solicitada por Argentina, para debatir el conflicto. El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, expresó su preocupación por el conflicto.En Brasilia, los cuatro países que avalaron el Protocolo de Río, denunciado después como injusto por Ecuador, pidieron igualmente cordura y diálogo, y exigieron la separación de fuerzas y la suspensión de los ejercicios u operaciones en la zona fronteriza".
El Ejército ecuatoriano, en una versión desmentida por la otra trinchera, denunció al menos seis ataques peruanos a destacamentos fronterizos. El coronel ecuatoriano Pablo Viteri, jefe de la Brigada Selva 17, aseguró que murieron el viernes al menos 20 soldados peruanos y tres ecuatorianos.
Representantes de EE UU, Chile, Argentina y Brasil han suscrito un comunicado que informa sobre la otra notificación cursada a los Gobiernos de dos naciones en pie de guerra: la nota deplora el agravamiento de las tensiones en la región fronteriza, reitera los conciliatorios términos de la Declaración de 25 de enero de 1995, insta al distanciamiento físico de las fuerzas des plegadas en la cordillera y pide la suspensión de todas las opera ciones militares.
Por su parte, organizaciones indígenas de los dos países, apoyados por jefes nativos de la cuenca amazónica, se sumaron a la generalizada convocatoria de paz y el trance fue aprovechado para recordar que entre ellos no existen diferencias territoriales porque la nacionalidad indígena trasciende los actuales límites geográficos.
El mando conjunto del Ejército peruano aseguró que los movimientos militares son defensivos y "se están limitando exclusivamente a que no se infiltren patrullas ecuatorianas" dentro de su territorio.
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