Rostropóvich proyecta escribir sus memorias

Mstislav Rostropóvich actuará durante dos semanas en España, en febrero de 1997, acompañado por la Sinfónica de Londres. El propio artista anunció ayer este proyecto en Las Palmas de Gran Canaria, en una rueda de prensa previa, al concierto que ofreció por la noche en, el marco del XI Festival de Música de Canarias. Ésta es la primera vez que el artista actúa en Canarias y también la primera ocasión en que visita las islas. Rostropóvich afirmó que tiene el proyecto de escribir sus memorias dentro de dos años.

La Orquesta Filarmónica de Estrasburgo, dirigida por Theodor GuschIbauer y con Rostropóvich como solista, interpretó el Concierto para violonchelo, opus 104, de Dvorak, y la Sinfonía alpina, de Strauss. El mismo programa se repetirá mañana en Tenerife. Rostropóvich, distendido y simpático, se mostró satisfecho por encontrarse en un sitio que no podía "imaginar mejor". El maestro ruso dijo que el Concierto para violonchelo, de Dvorak, que se disponía a interpretar es "una especie de coronación".Con una sonrisa tan radiante como el sol que lucía ayer en la playa de Las Canteras, reiteró su conocido afecto por la familia real española, a la que calificó de "fantástica". Rostropóvich, de 67 años, proyecta recibir un libro de memorias "dentro de dos años, si estoy vivo", apuntó. En él hablará de las aproximadamente 85 obras que le han sido dedicadas.

El Lorenzo Stronioni que trajo a Canarias mereció excepcionales medidas de seguridad en el aeropuerto. Es un chelo del año 1765, con el que el maestro lleva 40 años y del que no se desprendería "ni por cinco millones de dólares", ya que para él vale tanto como su propia esposa, aseguró.

Exiliado desde hace 20 años, el artista, considerado el mejor chelista del mundo, confía en que sus compatriotas, "encuentren el buen camino". Cree que la situación que vive Rusia es producto de que "por primera vez, después de 75 años, la gente es libre". Y aunque prefiere hablar de Chopin antes que de política, cree que los rusos están muy orgullosos, "de poder tener una opinión".