Francia aboga por alcanzar la moneda única en 1997

La alegría de la recuperación económica en, Europa está reanimando los objetivos olvidados de Maastricht. Francia mostró ayer claramente su deseo de alcanzar en 1997 la tercera fase de la Unión Económica, y Monetaria Europea, lo que implicaría la adopción de la moneda común. El presidente francés, François Mitterrand, declaró ayer en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, que Europa debe intentar alcanzar la moneda única comunitaria en enero de 1997, el objetivo fijado en el Tratado de Maastricht."Debemos respetar el calendario que nos fijamos para alcanzar la moneda única", dijo Mitterrand. El presidente aseguró que Francia, que ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea, hará todos los esfuerzos para que sea así.

Bajo las condiciones fijadas en Maastricht, una mayoría de países que cumplan con los requisitos de inflación, tipos de cambio y déficit y deuda públicos, pueden crear la moneda común en enero de 1997. El país que no pueda acceder entonces tiene de plazo hasta 1999 para hacerlo.

Sintonía

Las declaraciones de Mitterrand coinciden con las efectuadas en los últimos días por altos cargos de la Administración francesa. El gobernador del banco central francés, Jean-Claude Trichet, señaló en París que aunque la moneda única es difícil de alcanzar en dos años, "es un objetivo que no, debe abandonarse". El ministro galo de Finanzas, Edmond Alphandéry, también señaló en Bruselas que es posible que haya ocho países que cumplan las citadas condiciones en enero de 1997 para poder crear la moneda única. "Me gustaría verlo", aseguró.

.Alexandre Lamfalussy, presidente del Instituto Monetario Europeo (IME), embrión del futuro banco central europeo, se muestra más escéptico. "No me parece muy probable que tengamos el número suficiente de países para formar una moneda única en 1997", dijo ante un grupo de empresarios congregados en Bruselas, "pero... en 1999 sí es posible que lo consigamos".

Alemania se muestra mucho más cauta que Francia sobre los plazos de la UEM. Uno de los miembros del consejo del Bundesbank, banco central a lemán, Helmut Schieber, señaló en Francfort que la opinión pública no está preparada para acceder a la tercera y última fase de la unión monetaria. "Pasar a una moneda común es más que un paso técnico, es un profundo cambio psicológico y político", dijo. 1997, en su opinión, no es un objetivo realista.