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El primer ministro ruso propone negociaciones de paz y un nuevo alto el fuego en Chechenia

Pilar Bonet

El primer ministro ruso, Víktor Chernomirdin, aparentemente preocupado por la credibilidad internacional de su país, propuso ayer conversaciones de paz y un alto el fuego en la guerra de Chechenia, y manifestó que el futuro de Rusia depende de la resolución de este conflicto. En una declaración por televisión, el jefe del Gobierno aseguró que la estrategia de la reforma económica de 1995 no ha cambiado y que "éste debe ser el año de la estabilización de la economía rusa".

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Entretanto, las tropas rusas, en un intento de exterminar a sus adversarios, continúan su asalto a Grozni, la capital independentista, y el bombardeo implacable de localidades del sur de la república norcaucásica, donde se han refugiado numerosos secesionistas. El jefe del Servicio Federal de Contraespionaje (SFC), Serguéi Stepashin, que estuvo en Grozni el domingo, ha afirmado que espera conquistar la capital chechena en los próximos tres o cuatro días. Otro periodista, Valentín Yanus, cámara de la televisión provincial de Pskov (al noroeste de Rusia), murió ayer en Chechenia.Chernomirdin leyó ante las cámaras un ofrecimiento del presidente del país, Borís Yeltsin, a "todas las partes y fuerzas interesadas de Chechenia", y propuso abordar los siguientes temas: una moratoria a los movimientos de tropas y equipo militar, la interrupción en el uso de armas pesadas, la creación de una zona neutral a salvo de los tiroteos y el aprovisionamiento libre de la población con medicamentos y ayuda humanitaria. "Nuestro principal objetivo hoy es interrumpir el derramamiento de sangre", señaló Víktor Chernomirdin.

Una tregua de 48 horas acordada la semana pasada entre el primer ministro y el Defensor del Pueblo, Serguéi Kovaliov, fue transformada en un ultimátum por parte rusa y no llegó a cumplirse. El jefe del Gobierno manifestó que las conversaciones con una delegación chechena ya habían comenzado y que debían mantenerse "amplias consultas" sobre la formación de órganos de poder para el periodo de transición y hasta que se celebren elecciones democráticas. De hecho, una delegación rebelde de alto nivel, integrada por el fiscaI general y el ministro de Economía, ha viajado a Moscú. Tras los comicios, Chernomirdin prometió, "se puede discutir sobre una base legal la cuestión del estatuto de la república en el marco de la Federación Rusa".

Chernomirdin aseguró que el conflicto de Chechena no provocará un retroceso en la reforma económica, y que el Gobierno luchará por los objetivos de su programa. "No revisaremos ni la política financiera ni la privatización", añadió. Para superar la crisis chechena, dijo se necesita un mínimo de 5 billones de rublos (173.000 millones de pesetas aproximadamente). La Duma Estatal (la Cámara baja del Parlamento) se negó ayer a aprobar el borrador del presupuesto de 1995 a menos que él Gobierno introduzca enmiendas que tengan en cuenta el conflicto.

La guerra, sin embargo, ensombrece las conversaciones que el próximo miércoles deben iniciar en Moscú los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) dedicadas a la concesión de un préstamo puente de 6.000 millones de dólares (798.000 millones de pesetas), que Rusia necesita para estabilizar su economía.

Parte de bajas

Tanto los observadores independientes como los relatos fragmentarios ponen en duda las últimas cifras de bajas, citadas, por la agencia Interfax, que asegura que ha habido medio millar de soldados rusos muertos desde que se inició la guerra. El general Alexándr Lébed, jefe del 140 Ejército, calificó estas cifras de "mentira" en una entrevista con la emisora El Eco de Moscú. [Y fuentes médicas, mencionadas por la agencia Itar-Tass, aseguran que cerca de 800 cadáveres se hallan en el depósito de Mozdok, en la vecina república de Osetia, donde se halla instalado el cuartel general del Ejército moscovita, informó anoche France Presse.]

En el palacio presidencial de Grozni hay 70 prisioneros de guerra rusos, sobre los que pesa la amenaza de ser fusilados en caso de asalto al edificio, según informó en Moscú uno de los mandos de la brigada motorizada de Maikopol, una unidad que prácticamente dejó de existir como tal en su intento de tomar la capital chechena.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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