La heterodoxia y los garbanzos
¿Se puede explicar la música? ¿Qué distingue una interpretación de otra al margen de lo escrito? Las preguntas se suceden y pocas veces las respuestas afloran con determinación. El mundo de los sonidos se comprende desde su interior, y no es fácil la complicidad con los no iniciados. Sin embargo, algunas películas están incitando a adentrarse en el misterio, de ciertas inquietudes musicales, gracias a una equilibrada combinación de reflexión en la palabra, seducción en las imágenes e inteligente selección de las ilustraciones sonoras. Tal vez sus directores no estén en la élite del cine, pero sus logros artísticos son encomiables. Estoy pensando en Alain Corneauy Todas las mañanas del mundo en Gerard Corbiau y El Profesor de música y Farinelli; y, aunque algo más alejado en el tiempo, en Murray Lemer y De Mau a Mozart. Issac Stert en China. Con estos precedentes, el anuncio del estreno en España de Sinfonía en soledad o 32 historias cortas alrededor de Glenn Gould, de François Girard, ha generado una lógica curiosidad.Sinfonía en soledad, presentada en los festivales de Venecia y Toronto, ha sido galardonada por la Academia Canadiense como mejor película, director, montaje y fotografía de 1994. La recepción en Estados Unidos no anda a la zaga. Según el último Fotogramas, en una encuesta realizada a 40 críticos norteamericanos sobre los filmes actualmente en cartel, ocupa el número 2 de calidad tras La lista de Schinder.
El pianista Glenn Goúld (1932-1982) es uno de los personajes más fascinantes y carismáticos de la interpretación musical de este siglo. Su retirada de las salas de conciertos cuando tenía 32 años, sus provocadores y lúcidos escritos, la ortiginalidad y fuerza de sus grabaciones, sus rarezas, han contribuido poderosamente a forjar su leyenda.
La estructura de Sinfonía en soledad, en 32 capítulos o viñetas, nos lleva de inmediato a pensar en las Variaciones Goldberg de Bach (aria, 30 variaciones, aria da capo), una de las señas de identidad del arte de Gould, y con las que entra en frontal colisión con otro de los grandes iluminadores de Bach, el holandés Gustav Leonhardt, retratado por el cine dando vida al propio compositor en la ascética, dialéctica y asombrosa Crónica de Anna Magdalena Bach, de Jean Mane Straub. Leonhardt es de los que piensan que Gould no se enteró de nada y que su acercamiento a Bach es, como mínimo, superficial e irresponsable. Los que admiramos a los dos nos debatimos en una eterna y gozosa duda, pasando de uno a otro con una ligereza y entrega tan inconscientes como apasionadas, y así nos arrebatan por igual las Goldberg en la rigurosa, recogida y cálida interpretación de Leonhardt al clave, que en la incisiva, fresca y radiante versión de Gould al piano. Son las maravillas de la heterodoxia, aunque, como mostró agudamente en Tristana el gran Luis Buñuel, incluso entre dos garbanzos de idéntica apariencia siempre es posible, y hasta deseable, escoger uno.
El problema no se limita en, cualquier caso, a la simple elección. Sobre ella gravitan cuestiones más controvertidas e imprevisibles, entre las que tienen lugar destacado las derivadas de la asimilación del aprendizaje musical en sus diferentes. variantes. Es precisamente en este terreno donde la capacidad didáctica de algunas películas se ha mostrado certera.
Con fondos de Mahler, Verdi,, Bellini, Mozart, Offenbach y Schubert, y con la imponente presencia del, barítono José van Dam, Corbiau nos ha ayudado en El profesor de música a vivir la importancia de la diferencia, con la excusa de un excitante concurso de canto. Con la compañía de Lully, Couperin, Savall, Marais y Saint Colombe, Corneau nos ha deslizado en Todas las mañanas del mundo sutiles peculiaridades del ser de la música y su dolorosa evolución. Y, en un tono más documental, Lemer y Stert nos han indicado con De Mau a Mozart, aprovechando una gira por los conservatorios de China, la distancia que existe entre el alma de la música y lo reflejado en la partitura. Sí, el cine anda fino en algunas de sus aproximaciones a la música. ¿Qué nos depararán las esperadas variaciones sobre Glenn Gould?
Babelia
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