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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Lúgubre noticia

El pasado 2 de diciembre entregó la Reina el Premio Amor a los Animales a destacadas personalidades, como el doctor José Antonio Valverde, impulsor de la Reserva Nacional de Doñana y del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza, por haber sido, entre otros muchos méritos, uno de los primeros biólogos y maestros empeñados en aplicar criterios científicos a la conservación de la naturaleza y de la vida.Siendo la difusión del amor a la vida en todas sus formas a partir de mayor compasión y amor hacia los animales, nuestros compañeros de viaje en la existencia, el objetivo básico de nuestros. esfuerzos, no puedo evitar escribirle para llamar la atención de sus lectores sobre la lúgubre noticia aparecida en EL PAíS al día siguiente de la ceremonia del Premio Amor a los Animales. El día 3 de diciembre informaban ustedes sobre "dos españoles acusados en Alemania de maltratar a los cerdos que transportaban". Eran, siempre según la noticia, "dos camioneros españoles, que llevaban 30 horas de viaje y transportaban 128 cerdos en condiciones tan precarias que cuatro murieron en el camino y varios tenían las patas rotas mientras la sangre chorreaba por las rendijas del vehículo". Esperando un seguimiento de la misma, damos a ustedes las gracias por la difusión de esta noticia que ha causado indignación, pero también algún sentimiento de vergüenza unido a un profundo y firme deseo de que, si nuestros reglamentos así lo permitieren, sea la sociedad la que no tolere más este tipo de tortura sistemática a nuestros animales, que, como en este caso, eran transportados en condiciones que, como dice la noticia, ponen los pelos de punta al más insensible.

"Los 128 cerdos, con un tamaño en tomo a 1,20 metros, viajaban hacinados en un camión de tres pisos en jaulas de 80 centímetros. Según la policía, el espacio y la altura resultaban insuficientes, de tal modo que los animales se herían los lomos. Iban amontonados en un piso de metal y estaban totalmente sucios por sus propios excrementos. En varios puntos del vehículo se advertían manchas de sangre que chorreaban sobre el asfalto".

A través de la historia. y en el presente, hemos recibido y continuamos recibiendo mucho de los animales. El cerdo, aunque sució y humilde, es, desde luego, uno de los animales -más generosos con el hombre, y éstos llevaban, que se sepa, 30 horas desde Murcia sin parar, ni comer, ni beber.

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¿Tanto afectaba al negocio de estos señores o a su empresa el haberse acordado de estas necesidades, que, como las personas, también tienen los animales? ¿O es que la conciencia de alguno está tan dormida que ni el gruñido de los cerdos, que en este caso debía ser desesperado (y que en algo podría parecerse al grito hu mano ante el horror), no dicta el impulso a la compasión?- . Creadora del Premio Amor a los Animales y presidenta de la Asociación Amor a la Vida.

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