Belloch transmite al Gobierno que el 'caso GAL' acabará jurídicamente pronto por falta de pruebas

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, ha transmitido al Gobierno y a la cúpula dirigente del PSOE su firme opinión de que la reapertura del caso GAL morirá jurídicamente pronto por falta de bases firmes. Esta aseveración, que causó sorpresa entre los pocos que le escucharon, constituyó su argumento fundamental para resistirse a comparecer ante el Parlamento, aunque su desconocimiento del asunto fue lo que más fuerza le daba . Sólo la decisión , para negarse del presidente del Gobierno, Felipe González, de comparecer en una conferencia de prensa animó a Belloch a salir a la palestra.

Fuentes del entorno de Belloch precisan ante todo que el ministro cree a González cuando dice que nunca amparó actuaciones ilegales contra el terrorismo. Aunque el diputado de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Antonio Romero se empeñó la pasada semana en que sus informadores le habían comunicado la existencia de reuniones del gabinete de crisis del palacio de la Moncloa, y aunque hubiera sido normal que ello ocurriera, las cosas no fueron así. Hasta media mañana del Jueves 29 de diciembre no se decidió en La Moncloa dar instrucciones al Grupo Parlamentario Socialista para que a la una de la tarde aceptara, en la Comisión de, Justicia e Interior, la petición de la oposición para que compareciera el ministro Belloch al día siguiente. Una vez tomada la decisión el ministro de Justicia e Interior señaló que cuanto antes mejor y que, por lo tanto, no se demorara la comparecencia parlamentaria.

El miércoles 28 de diciembre Juan Alberto Belloch dio su opinión sobre el asunto a no más de cuatro personas, entre ellas al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra. A su juicio, el asunto GAL morirá jurídicamente en un plazo breve, seguro como está de que el juez Baltasar Garzón no tiene pruebas suficientes como para vincular al aparato del Estado con la organización de ese grupo terrorista.Nadá que decir

Belloch no había participado en ninguna de la reuniones en las que se analizó la crisis porque se encontraba descansando en Canarias. Telefónicamente transmitió a Moncloa que no quería comparecer en el Parlarnento porque nada tenía que decir.

En la noche del martes Belloch volvió de Canarias y se entrevistó con el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra. Además, mantuvo conversaciones con algunos miembros de la Ejecutiva que se sorprendieron ante la tranquilidad con que Belloch afronta la situación.

No hubo reunión del gabinete de crisis. Quizá alguien confundió tal reunión con el despacho semanal de coordinación entre el vicepresidente del Gobierno; el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba; el preisidente del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, y los miembros de la ejecutiva del PSOE Cipriá Ciscar y Txiki Benegas. En esa reunión, y dado que Belloch no quería comparecer, se empieza a hablar de la conveniencia de que el presidente del Gobierno, Felipe González, diera la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El jueves por la mañana la situación da un giro. González comparece el jueves y Belloch el viernes. La seguridad que muestra González de que no se les puede implicar es absoluta.