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Las declaraciones de Amedo reabren el caso de los asesinatos de Lasa y Zabala

La investigación judicial abierta hace ocho años en San Sebastián por la desaparición en Bayona (Francia), presumiblemente a manos de los GAL, de los supuestos activistas de ETA, José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, ha sido reactivada tras las declaraciones de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez. En el caso de que el juez Baltasar Garzón no reclame el sumario, devuelto en 1991 por la Audiencia Nacional, el juez de instrucción de San Sebastián Fernando- Andreu llamará a declarar a Amedo, a Domínguez y a los altos jefes policiales ahora encarcelados.. El magistrado donostiarra ha pedido formalmente a la justicia francesa que localice a Mohand Talbi para que este mercenario, condenado por el secuestro de Segundo Marey e implicado en numerosos atentados mortales de los GAL, aclare el destino final de los supuestos activistas de ETA desaparecidos el 13 de octubre de 1983. Mohand Talbi salió en libertad tiempo atrás, después de cumplir la pena que le impusieron los tribunales franceses por el secuestro de Marey y, según la policía del»país vecino, desde entonces se encuentra en paradero desconocido.

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La implicación de Talbi en el caso de Lasa y Zabala fue apuntada por Daniel Fernández Aceña, activista de los GAL que cumple condena en España por el asesinato, el 1 de marzo de 1984, en Hendaya, del trabajador ferroviario Jean-Pierre Leiba. Los asesinos confundieron a Leiba con un activista de ETA que: trabajaba igualmente en la empresa del ferrocarril francés en Hendaya. Daniel Fernández Aceña, detenido ese mismo día por la policía en Irún, declaré en su día al juez que, según sus informaciones, Lasa y Zabala habían sido secuestrados en Bayona, trasladados a suelo español, interrogados y final mente asesinados.

Ambos permanecieron unas tres semanas en una vivienda de Hondarribia sometidos a continuos interrogatorios bajo los efectos de la mezcla, en elevadas dosis, de: anfetamina líquida y pentotal.

Según Fernández Aceña, "se les fueron de las manos cuando sus interrogadores ya se habían convencido de que ninguno de ellos desempeñaba un papel importante en ETA". Sus asesinos, siempre según el testimonio de Fernández Aceña, hicieron, desaparecer los cadáveres por el procedimiento de colocar neumáticos de camión en tomo a los cuerpos, prenderles fuego y posteriormente enterrarlos en cal viva. Un procedimiento, el de la cal viva, citado por José' Amedo en sus recientes declaraciones ante el juez Garzón.

El sumario abierto en Francia por el secuestro y posible asesinato de estos supuestos miembros de ETA quedó archivado, pero la investigación fue abierta en España a iniciativa de los familiares de las víctimas. El secuestro de Lasa y Zabala, llevado a cabo dos meses antes que el de Segundo Marey, fue, presumiblemente, la primera actuación de los GAL. Ahora, en el supuesto de que Baltasar Garzón no reclame la investigación, el juez Fernando Andreu considera llegado el momento de llamar a declarar a José Amedo, a Michel Domínguez, a Julián Sancristóbal, a Julio Hierro y a Paco Álvarez. Sin olvidar, claro está, a Mohand Talbi, el mercenario francés de origen argelino omnipresente: en tantos sumarios de los GAL.

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