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La readmisión de las dos vigilantes despedidas por romper una obra evita la huelga del Prado

Alborch califica de "oportuna" la decisión del director de desalojar el museo con alarmas

Amelia Castilla

Un plumazo bastó para despedirlas y un plumazo ha servido para readmitirlas. Beatriz Meya, de 24 años, y Susana Alcalde, de 27, podrán volver a partir de hoy a ocupar su puesto como vigilantes del Museo del Prado. Las dos empleadas que habían sido despedidas por el director de la pinacoteca fueron readmitidas ayer, tras celebrarse una reunión en el Ministerio de Cultura entre el comité de empresa y Andrés Mata, director general de servicios, además del director del Prado, José María Luzón. El incidente que ocasionó daños irreparables a un busto será investigado y se depurarán responsabilidades.

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Beatriz se encontraba ayer en algún lugar de la sierra descansando, según aseguró telefónicamente un familiar de la joven. "Está desquiciada de los nervios con todo lo que ha pasado". Su compañera Susana se enteró que había sido readmitida en su trabajo por una amiga: "No me han comunicado nada oficialmente y no quiero precipitarme haciendo declaraciones", explicó la vigilante, que se mostró muy contenta con la noticia."Se han publicado tantas barbaridades y tantas mentiras al respecto de lo sucedido el pasado día 9 en la nave central del Prado que no quiero añadir nada nuevo", concluyó Susana.

La euforia era evidente también en el propio museo entre los 423 empleados. "Ha habido voluntad", decía ayer sonriente un miembro del comité al regresar de la reunión en el ministerio. "Llevo 30 años en esta casa y es la primera vez que un ministro se interesa por los trabajadores". Carmen Alborch no estuvo en la reunión con los miembros del comité de empresa del Prado en el Ministerio de Cultura, pero lo dejó todo bien atado. La ministra había dejado instrucciones más que precisas para que se llegara a un acuerdo y se desactivara la huelga de cuatro horas convocada para ayer. Tras hora y media de reunión los 13 representantes sindicales, miembros de UGT, CC OO, CSIC e independientes, volvieron al museo y comunicaron a los empleados que se desconvocaban todos los paros.

Dos horas después de realizare la reunión con los sindicatos, en la conferencia de prensa que se convocó ayer para presentar el concurso para la ampliación del Prado, la ministra, calificó, escueta y friamente, como "oportuno" el desalojo del Prado, ejecutado a golpe de timbrazo el miércoles de la semana pasada, por orden del director para convocar una reunión con los trabajadores. Un representante del comité precisó que el museo permaneció cerrado durante 58 minutos.

Calendario de reuniones

Entre los acuerdos adoptados en el ministerio figura el establecimiento de un plan de acción y una agenda de reuniones. Los próximos días 10 y 25 de enero se celebrarán nuevas reuniones entre ambas partes. Entre los temas que se debatirán a partir del próximo año figura el nuevo convenio colectivo paralizado desde hacia tiempo y el cumplimiento del actual.El presidente del comité de empresa, Antonio Solano, no quiso restar importancia a lo pactado en el ministerio, pero fue más crítico que alguno de sus compañeros al asegurar que "nos tomaremos un plazo de reflexión de dos meses y si, en ese tiempo, vemos que los temas no salen adelante volveremos a convocar la huelga. Cambiar unas estucturas decimonónicas y democratizar el funcionamiento interno del museo no es tarea que se pueda hacer en un día", repetía Solano.

Los periodistas concentrados en el museo no perturbaron la tranquilidad de las cerca de 3.000 personas, en su mayoría turistas, que ayer pasaron por la pinacoteca que abría sus puertas tras dos días y medio de cierre por las fiestas navideñas. La mayoría ni siquiera sabía que había un paro de cuatro horas convocado para ese día. "¿Una huelga?", repetía soprendido un turista colombiano, "nadie me ha avisado de nada al entrar en el museo y para mí sería horrible tener que abandonarlo. No se si tendría otra oportunidad de visitarlo". Un grupo de japoneses se manifestó en el mismo sentido.

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