Queda mucho por investigar

El escenario del juego tiene como límites sólo el inabarcable ámbito de la imaginación, lo que explicaría, según determinadas corrientes psicológicas, que todo ser humano dispone de esa facultad lúdica que nos invita a jugar casi de forma permanente. ¿Por qué entonces la escuela abandona el juego cuando los alumnos superan los seis años?."En nuestra cultura occidental, la contraposición entre juego y trabajo hace referencia a las actividades lúdicas como poco serías, y cuyo objetivo último son ellas mismas", explica José Luís Linaza. "Por el contrario, caracterizamos el trabajo como las actividades de los adultos en las que los fines y objetivos definen las acciones. Pero los conceptos de juego e infancia, como el de trabajo, son productos humanos elaborados y modificados a lo largo de la historia. La psicología evolutiva ha concedido mucha importancia a la prolongación del juego en la especie humana como mecanismo para adaptarse a un medio progresivamente más complejo y difícil de predecir", asegura Linaza, catedrático de Psicología Evolutiva.

La reforma

Una idea que encierra otra mayor como es la apuesta por la utilización del juego a lo largo de todo el sistema educativo. "La reforma es un instrumentos metodológico probablemente muy eficaz para la consecución de determinados fines, hay quienes aseguran que demasiado escorada hacia una concepción pedagógica en exceso cientifista, pero sólo es un instrumento, y del educador dependerá que sirva para estimular al alumnado por tareas de diversa índole entre las que entrarían el juego, apunta Pío Maceda, profesor y estudioso de la reforma educativa.

"Para referirme a la importancia del juego en la Secundaria, por ejemplo, me remito a Lewis Carroll (El juego de la lógica), o a Martín Gardner (El Carnaval Matemático). Es obvio que la utilización del juego en la pedagogía no se restringe al mundo de la infancia. Se aprende mucho, y mejor, en materias como lengua, matemáticas o filosofía a través de ejercicios lúdicos, en tanto que creativos. Pero, quizá, el entender tradicionalmente la educación como un cúmulo de contenidos, más que como un aprendizaje cualitativo, nos ha llevado a mantener una actitud de desprecio hacia esta herramienta, una vez superada la etapa preescolar. Para quienes apostamos por una educación liberadora, por un individuo formado y capaz de vivirse libre, el juego es una actividad primordial. Nos queda mucho por investigar en este terreno".