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Bill Clinton manifiesta su apoyo al "cambio pacífico y democrático" en Cuba

Antonio Caño

El presidente norteamericano, Bill Clinton, expresó ayer en Miami su "apoyo al deseo del pueblo cubano por un cambio democrático y pacífico en Cuba" durante la inauguración de la primera cumbre del continente que reúne a todos los países de la región, excepto a la isla gobernada por Fidel Castro. "Confío,en que para la próxima cumbre se sentará con nosotros un líder democráticamente elegido en Cuba", añadió. La ausencia de ese país en la reunión será compensada hoy con una gran manifestación por las calles de Miami en la que el exilio anticastrista espera reunir 100.000 personas que pedirán el fin del régimen totalitario en la isla.

Bill Clinton hizo una exhortación a la unidad americana horas antes de que se iniciaran las sesiones oficiales de los jefes de Estado y de Gobierno. "A menos que nos relacionemos como socios en la democracia y en la libertad nunca seremos lo que podríamos ser. Ése es el significado de esta cumbre", dijo el presidente. "Estamos aquí, no porque coincidamos en todo, sino porque coincidimos en lo más importante",, añadió.La principal coincidencia que el resto de los participantes querían oír es la de avanzar juntos hacia la plena integración comercial. Clinton dijo que su voluntad es la de construir "una nueva arquitectura" en este continente. Destacó que la expansión del comercio es una llave hacia la libertad y las oportunidades económicas para todos los ciudadanos de las Américas.

Y el principal organizador de esta cumbre, Thomas McLarty, aseguró que "hay clara convergencia de que el primer punto del orden del día de esta reunión será el de los asuntos económicos". El borrador de la declaración final, que será leída mañana en el sesión de clausura, establece un plazo preciso para la creación de una zona de libre comercio en todo el hemisferio, probablemente el año 2005. El primer paso en esta dirección será la in corporación de Chile al Tratado de Libre Comercio (TLC), del que ya forman parte EE UU, Canadá y México.

El primer presidente que llegó a Miami, Carlos Menem, de Argentina, no habló, sin embargo, de comercio sino de Cuba, para recordar que "los hombres nacen libres y tienen derecho a vivir en libertad". No podía ser de otra manera en una ciudad con una población de cerca de 800.000 cubanos, que constituye la primera comunidad de Miami, muy por encima de los anglosajones.

El optimismo de las movilización anticastrista prevista para hoy por la Fundación Nacional Cubano Americana, que preside Jorge Mas Canosa, contrasta con el escaso éxito que tuvo una concentración, el jueves, en la que medio centenar de exiliados de otras corrientes políticas se manifestaron en contra del embargo norteamericano a la isla. La celebración de la cumbre ha dado ocasión asimismo para la protesta de otros latinoamericanos contra la falta de respeto a los derechos humanos por parte de los Gobiernos de algunos países, en concreto el de Perú que preside Alberto Fujimori.

El vicepresidente estadounidense, Al Gore, dijo ayer que es "una tragedia" que Cuba no esté representada en esta reunión, pero anticipó que la democratización que se ha extendido en los últimos años por todo el continente "está en camino en Cuba".

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En esa entrevista con Gore en la cadena de televisión NBC, el periodista preguntó al vicepresidente sobre por qué hacer un acuerdo de libre comercio con países en los que mucha gente no es realmente libre. El comentario refleja un pensamiento, todavía mayoritario en Estados Unidos, de que, aunque América Latina esté hoy gobernada por presidentes democráticamente elegidos, sigue siendo la tierra de las repúblicas bananeras.

Esta cumbre puede tener un efecto positivo para superar esa imagen. La mayoría de los presidentes aquí reunidos no son militares cargados de medallas, como en la cumbre de Punta del Este. en 1967, sino tecnócratas formados en universidades norteamericanas. Todos los países han hecho un esfuerzo legítimo por demostrar su disposición a la competencia comercial. "Tenemos que demostrarles que la gen te de nuestros países somos serios y trabajadores", comentaba una panameña de 51 años, que huyó de su país durante el régimen del general Noriega. Algo sigue siendo latino, no obstante: la fiesta musical preparada por los ilustres invitados y el ron con coca-cola, envasado, eso sí, en modernas latas desechables.

Cubanos contra Castro

Por decisión de Estados Unidos, Cuba, que participa en las cumbres iberoamericanas, no está en esta reunión. Pero cubano es el presidente del comité organizador, cubanos son la mayoría de los empleados que trabajan en la infraestructura de la cumbre y a los cubanos hay que reconocerles el éxito por la grandiosa imagen que presenta Miami, uno de los grandes motores de la economía de EE UU en la actualidad.El exilio cubano se ha encargado de que su causa no pase desapercibida en la cumbre. Para ello han desplegado una enorme bandera de su país, con un crespón negro, en lo que ellos llaman la Torre de la Libertad, el rascacielos más antiguo del centro de Miami. Más de 100 autobuses recorren las calles con el rótulo: "Señores presidentes, Cuba sin Castro, ya". La rotunda exhibición de su poder tendrá lugar hoy, cuando decenas de miles de cubanos marchen junto al presidente de la conservadora Fundación Nacional Cubano Americana, Jorge Mas Canosa.

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