Bloqueada la propuesta española de designar sede de la Biodiversidad
Cada paso para dar contenido al Convenio Mundial sobre Biodiversidad es lento. A eso se están dedicando un centenar de países reunidos en Nassau (Bahamas) durante dos semanas. La redacción de un protocolo de bioseguridad, las cuestiones de financiación y las referencias a la protección de los bosques son las que más quebraderos de cabeza están dando a las delegaciones. La propuesta española de decidir la sede del Convenio -Madrid es candidata junto a Nairobi y Ginebra- está siendo bloqueada y ha levantado una morbosa lucha de alianzas e intereses políticos.Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda y Bahamas encabezaron la propuesta de aplazar cualquier decisión sobre la sede para que siga de forma provisional en Ginebra -el retraso beneficia a la capital suiza para irse ganando adeptos-, y se acepten nuevas ofertas hasta abril del próximo año. La intervención de la delegación española para que se vote ya, consiguió a última hora del lunes los apoyos públicos de 11 países, la mayoría latinoamericanos, más Portugal e Italia, países todos que, junto con los del Magreb, probablemente votarían también la candidatura de Madrid. La delegación de la Unión Europea rehusó a forzar ninguna postura conjunta de los Doce respecto a la oferta española.
Juan Luis Laborde, jefe de la delegación española durante la primera parte de la conferencia, insistió: "Queremos que se vote ya, y que la votación sea secreta. Nos ha costado hasta incluir en las sesiones el asunto de la sede". Santiago Castroviejo, director del Jardín Botánico de Madrid y miembro de la delegación española en Nassau, comentó: "Tienen miedo a que se vote porque yo creo que nosotros somos el país que cuenta con más apoyos".
Si la española es de las más numerosas, las delegaciones de Brasil, Australia, Canadá, Suecia y Reino Unido están siendo líderes en las reuniones por su preparación.
En esta primera conferencia de los países firmantes del convenio ya se ha llegado a algunos acuerdos. La segunda reunión se celebrará justo dentro de un año y la secretaría permanente del convenio ha recaído en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El Tercer Mundo sigue sin aceptar el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (más conocido por sus siglas inglesas, GEF) como instrumento definitivo de financiación, aunque seguirá de forma provisional por lo menos otro año.
El programa a medio plazo del convenio abarcará tres años; en este punto, Brasil se opuso en rotundo a cualquier mención específica a los bosques, y al final la redacción del texto alude a los ecosistemas terrestres. Los científicos calculan que en los próximos 30 años desaparecerán unas 60.000 especies vegetales sólo por la deforestación.
