Cuando Bagdad acata

Hay dos maneras de contener a Irak. Una, como demostró recientemente la Administración de Clinton, la disuasión. Otra, ya abandonada, fomentar movimientos hacia la paz. Washington se niega a reconocer los avances de Irak en el control de armas -un serio y potencialmente peligroso error- (...) Tres años y medio después de la guerra es hora de reconocer que Washington no está para derrocar a Sadam. Y no hay un sucesor mejor a la vista Durante dos años, Irak ha cooperado con los inspectores de armas de la ONU, y el motivo de esta cooperación es claro. Una resolución, finalizada la guerra, estableció que, ajustándose a las condiciones de control de armas (...), Irak podría reclamar el derecho a vender petróleo en el mercado.Los inspectores de la ONU están actualmente satisfechos, ya que las armas más peligrosas de Irak han sido localizadas y destruidas. La mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad, impacientes por negociar con Irak, se preparan para levantar las sanciones al petróleo después de seis meses de supervisión con éxito. (...) Estados Unidos no aceptará (...), aunque no lo diga directamente, ya que tiene claro que no sentirá tranquilidad mientras Sadam esté en el poder. (...) Es un momento difícil para que EE UU reconsidere su postura. Pero si no lo hace se puede encontrar con peores problemas con Irak y con la ruptura de la unidad de los aliados, de la cual depende la contención de Bagdad.

29 de noviembre