Sanidad admite que la escalada de contagios de sida en España se quiebra por vez primera

Aún con cierto excepticismo y con extrema cautela para no bajar la guardia en la lucha sin cuartel contra la expansión del sida, el secretario general el Plan Nacional contra el Sida, Francisco Parras, reconoce que están disminuyendo los nuevos contagios. "Se puede decir que estamos logrando que no haya el mismo número de contagios de sida que en años anteriores". Encuestas como la realizada en el centro sanitario Sandoval de Madrid y trabajos hospitalarios sobre grupos de riesgo revelan por primera vez en España una quiebra en la tendencia de continua escalada del sida desde 1981. En aquella fecha aparecieron los primeros enfermos que hoy ya alcanzan la cifra acumulada de 27.584. Otros 125.000 españoles son seropositivos, es decir están infectados y desarrollarán la enfermedad en los próximos años.

"Tenemos algunas noticias que, aunque hay que interpretar con cautela, son buenas", indica Parras, médico adjunto de Microbiología Clínica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y desde marzo de este año, máximo responsable de la lucha contra el sida en España. "Hay un estudio de un grupo catalán donde también se observa una caída de la seroprevalencia (tasa de infección) y hay datos de aquellos sujetos que ingresan en prisión y que voluntariamente se hacen la prueba que también indican que está disminuyendo. Son datos parciales que no tienen peso epidemiológico, pero se puede interpretar que hay indicios claros de que en poblaciones concretas la seroprevalencia está empezando a quebrar la tendencia", añade. La secretaria del plan tiene como objetivo inmediato hacer una encuesta sobre prevalencia del VIH en recien nacidos.

Todos aquéllos que realicen prácticas de riesgo están expuestos al sida, insisten las autoridades sanitarias, que, -sin embargo, tienen claro dónde está el problema: "Los usuarios de drogas han sido y son la clave del problema. Hay que atajarlo de raíz y por eso estamos realizando una serie de acciones que van a reducir el daño en los usuarios de drogas por vía intravenosa. El tema del sida en España pasa por la reducción de los problemas y de la marginación de los drogadictos", afirma Parras.

Un cierto retraso multifactorial en la toma de medidas entre la población drogadicta, según reconoce Parras, ha sido la causa de que hoy más del 60% de los enfermos de sida esté ligado a las drogas y que la mitad de los casos de contagio heterosexual procedan del mismo entorno de las toxicomanías. Los datos sanitarios indican además que en las grandes ciudades el 50% de los usuarios de drogas por vía intravenosa son portadores del virus.

El fenómeno ha provocado un cambio cualitativo en el objetivo sanitario que, como explica Parras, ya no trata de redimir al drogadicto, sino de reducir sus riesgos, "para evitar que todos nuestos drogadictos acaben muertos por el sida". Así, hay 254 programas de metadona y entre 20 y 25 de intercambios de jeringillas. Parras asegura que "con los programas de intercambio de jeringuillas se ha demostrado que se reduce la transmisi6n del VIH; que no aumenta el consumo de heroína y que esto permite que colectivos muy recalcitrantes frente a la sanidad puedan modificar su conducta".